Resulta sorprendente comprobar la existencia de diversas herramientas que vienen empleándose en el mundo de las empresas para fijar sus objetivos estratégicos, y que pueden ser de enorme utilidad a los abogados (que no olvidemos son, respecto a su organización, auténticos empresarios), no solo con fines de delimitación estratégica, sino igualmente para poder conocer y evaluar la situación actual del despacho y, en consecuencia, obtener las pistas para actuar de cara al futuro.
Precisamente ahora, cuando se acerca el final de nuestro "ejercicio profesional" antes de las ansiadas vacaciones, es el momento preciso para sentarse y evaluar nuestra situación profesional, y que mejor para ello que contar con una de las herramientas más extendidas por su sencillez de aplicación y su utilidad. Nos estamos refiriendo al conocido análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades).
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