Ya son 74 las firmas de lujo, como Chanel, Christian Dior, Luis Vuitton, o Hermés, las que se han unido al Comité Colbert, que desde 1954 lucha contra la falsificación de las marcas de lujo, haciendo comprender la autenticidad y el valor de las mismas como patrimonio cultural.
Tras las últimas cifras que reflejan más de mil millones de euros en pérdidas en las grandes compañías, Francia, hogar de algunos de los grupos de lujo más grandes del mundo, contempla las sanciones más severas por violaciones al copyright y a los diseños imponiendo multas de hasta 300.000 euros o incluso tres años de prisión.
España no se aleja demasiado de las sanciones de nuestro país vecino. En este sentido, nuestra legislación, tanto en la Ley 17/2011, de 7 de diciembre, de Marcas como en los artículos 280 y 534 del Código Penal, prevé penas de prisión de hasta tres años. Sin embargo, el problema radica en que hasta ahora las penas no se aplicaban por los tribunales conforme a la dureza de las leyes, y no ha sido hasta hace unos años cuando el rechazo de las falsificaciones es rotundo.
La conocida marca Burberry recibió 100 millones de dólares tras la sentencia de la Corte Federal de Manhattan que dictaminó que la empresa asiática que vendía réplicas de sus productos a través de la red había infringido su derecho de marca También 100 millones de dólares, fue lo que recibió Hermés tras ganar el juicio contra 34 sitios web que comercializaban con productos falsificados gozando de un aprovechamiento indebido de la reputación ajena y que arrastraban al consumidor a la confusión y al engaño.
El comercio electrónico, en auge en los últimos años, ha colaborado a la expansión de este delito, e incluso páginas tan sólidas y conocidas como Ebay han dado mucho de qué hablar. El Tribunal de Justicia Europea ha dictaminado hace apenas unas semanas que el sitio web de subastas es responsable de que se vendan marcas falsificadas. El fabricante de cosméticos L'Oréal fue el primero que tiró de la manta y el primero también al que se le dio la razón al acusar a Ebay de estar implicada en las violaciones del derecho de marca cometidas por usuarios de su sitio web. La firma española Custo Barcelona también tiene un proceso legal en marcha contra Ebay desde hace años por la venta de productos ilegales.
Las grandes marcas han pedido unidad y propuesto iniciativas para proteger su prestigio mundial, el carácter innovador y elitista de sus productos, y las connotaciones de lujo indisolublemente unidas a su marca, que es lo que realmente hace al producto tan atractivo para los falsificadores. Paneles con advertencias en los aeropuertos o intensificar el control en las aduanas, son sólo algunas de las medidas que han empezado a adoptar países como Francia, cuyo número de artículos aprehendidos en las aduanas ha crecido un 45 por ciento, para persuadir al cómplice del delito.