Nuevo capítulo en la guerra entre las dos empresas más poderosas existentes en la actualidad en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación.
Bien es sabido que, desde hace años, Microsoft ha dejado de ser una empresa simpática para muchos usuarios e internautas y, cómo no, para muchísimas empresas TIC que ven en esta entidad el origen de sus males y un gigante con el que luchar cual David contra Goliat.
Microsoft mantiene un dominio cuasi apabullante en aspectos tales como los paquetes de ofimática (Office), en sistemas operativos (Windows) o en navegadores de internet (Explorer).
Dicho dominio ha sido calificado legalmente como posición dominante y ha motivado la imposición de millonarias sanciones a la empresa del señor Gates.
De modo paralelo al desarrollo y acoso de Microsoft, surgió como de la nada Google, una empresa simpática que apostó en sus inicios por los buscadores de internet, convirtiéndose en poco tiempo en el buscador por excelencia, en detrimento de la propia Microsoft (MSN) y de Yahoo.
No obstante, en los últimos tiempos la percepción que muchos internautas tienen de Google ha ido cambiando debido a su política expansionista, manifestada principalmente en la adquisición de YouTube o el lanzamiento de su sistema operativo Chrome, entre otros, ya que son cientos las iniciativas llevadas a cabo por esta empresa y de la que, un servidor, ya ha perdido la cuenta.
Por tanto, parece que, en la actualidad, nos encontramos ante la presencia de un escenario intermedio en el que parece estarse decidiendo la supremacía en el mundo TIC.
Y es en este escenario en el que se inserta la batalla de hoy.
En efecto, Google, aprovechando la apertura de una causa contra Microsoft por abuso de posición dominante al incluir su navegador Internet Explorer en su sistema operativo Windows, ha solicitado de la U.E. la personación ya que, como hemos visto, es el desarrollador del navegador Chrome.
Evidentemente estamos ante una solicitud perfectamente lícita y lógica, si bien, en el fondo lo que se está es decidiendo la supremacía en el mercado TIC y es evidente que en el juego de las sillas, en la actualidad, quedan dos jugadores y una silla, y Google tiene toda la intención de quitarle esa silla a Microsoft para quedarse con ella.
Veremos los próximos movimientos en este y otros frentes abiertos.
