Ya lo decía Van Gaal: "siempre negatifo, nunca positifo", y ya lo dice la sabiduría popular: "Podemos ver el vaso medio lleno y medio vacío".
Pues bien, aplicando dichas perlas de sabiduría a la actual sociedad de la información, hoy, en un arranque de optimismo, he decidido ver la vida de color de rosas y, por tanto, el vaso medio lleno.
¿Qué hay gripe A? Pues es un fastidio, la verdad, pero bueno qué le vamos a hacer…
De ese modo, ya que estamos ante una pandemia, intentemos sacarle provecho y ver su lado positivo, porque incluso la amenaza de infección a nivel mundial puede servir para impulsar la sociedad de la información y el uso de las TIC´s en nuestro país.
Quién sabe si, a partir de este septiembre, y dado que se avecinan fechas propicias para el contagio, las empresas, comienza a hacer un mayor uso del teletrabajo.
Y no es un tema baladí porque, es evidente, que estamos ante una forma de organización del trabajo que, convenientemente diseñada y aplicada, puede aportar cuantiosas ventajas, tanto desde el punto de vista cuantitativo, como cualitativo.
Así, una adecuada estructura de teletrabajo puede comportar importantes ahorros en los costes empresariales y en los costes de los propios trabajadores, sin olvidar una mayor optimización y conciliación entre la vida laboral y profesional.
No obstante, y centrándonos en la posible incidencia que puede tener el teletrabajo en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación:
- Podría implicar un importante freno de la caída en el número de altas de líneas ADSL o similares y, quizá, también en la minutación de las líneas móviles, ya que, en ambos casos, se trataría de medios de comunicación esenciales.
- De forma paralela, también podría coadyuvar al incremento en la adquisición de hardware, ya se trate de ordenadores sobremesa, portátiles, netbooks, blackberrys, PDA´s… y de software para su uso.
- Yendo un poco más allá, también podría ser un importante punto de apoyo a la consolidación del futuro más inmediato: el cloud computing. En efecto, toda la información de las empresas estaría en la nube y, de ese modo, cualquier usuario podría acceder a la misma cualquiera que fuere el lugar en que se encontrare.
- Finalmente, otra de las consecuencias de este último fenómeno podría ser el incremento en el uso de técnicas de digitalización documental, sin contar con un mayor uso de las tecnologías existentes en materia de facturación electrónica…
No obstante, y con ser cierto todo lo anterior, no lo es menos que estamos ante un tema que ha de superar muchas y muy variadas barreras: ha de desterrarse falsos mitos y abandonar la decimonónica concepción del control empresarial presencial, y es cierto que no todos los puestos de trabajo, a día de hoy, son susceptibles de esta nueva forma de organización del trabajo, a lo que deberíamos añadir que su abuso podría suponer una esclavización continúa de los trabajadores y una posición de dominio excesivo por el personal directivo.
Por tanto, como todo en la vida, hay pros y contras y es una mera cuestión de pesos confrontados. No obstante, a mi entender, se trata de un proceso imparable que puede potenciarse con fenómenos tan ajenos a la propia tecnología como la Gripe A, pero que han de emplearse para tratar de cambiar la realidad y adecuarla a los nuevos tiempos.
Ya sabéis… Siempre positivo y el vaso medio lleno.
