Eso es lo que parece cuando uno termina de leer el documento “Net Neutrality in Europe” publicado por el Parlamento Europeo. Para este organismo el principio de neutralidad de la red es fundamental para que los derechos de los consumidores puedan verse garantizados.
Así lo confirma la información remitida por el Organismo Regulador de Comunicaciones Electrónicas (BEREC) relativa a las restricciones aplicadas por varios proveedores de Internet (ISP) sobre sus clientes. En efecto, es conocido por todos que muchos de estos proveedores bloquean, ralentizan o restringen servicios de VoIP (llamadas a través de Internet) cuando éstos no son interoperables con el servicio telefónico disponible al público.
Como puntos a destacar en este nuevo análisis por parte del Parlamento Europeo debe resaltarse la preocupación por los derechos de los usuarios. Los mismos van más allá del pleno disfrute de Internet de forma libre, sin restricciones. Según la Eurocámara, el incumplimiento del principio de neutralidad de la red puede verse como una amenaza a la libertad de expresión, a la intimidad y a la protección de los datos personales de los ciudadanos europeos.
Por un lado, los defensores de la neutralidad de la red abogan por una "Internet abierta" dónde los usuarios puedan conectarse a cualquier página web o aplicación, lo que, sin duda, garantiza la libertad de expresión. Es evidente que las técnicas de control por parte de los ISP (o quién sabe si de los gobiernos indirectamente) podrían constituir un acto de censura. De esta manera, al bloquear ciertos sitios web o ralentizar el uso de servicios VoIP haría más difícil acceder a ciertos servicios o información que no sean acordes con las opiniones del ISP.
Además, en lo que respecta al derecho a la intimidad y a la protección de datos personales, la monitorización del tráfico a Internet puede conllevar el "espionaje" de las comunicaciones privadas, cuestión muy debatida actualmente.
Por otro lado, a los ISP no les falta razón cuando afirman que la gestión del tráfico de manera "razonable" se realiza para asegurar la eficiencia de las redes (ej. bloqueando "spam") o para llevar a cabo acciones en aras de prevenir delitos (ej. difusión de pornografía infantil), todo ello en aras de establecer un Internet seguro.
Es evidente que habrá partidarios y detractores de la neutralidad de la red, unos estarán a favor de la libertad plena y otros a favor de un Internet controlado y seguro. Teniéndolo en cuenta, la labor del Europarlamento se deberá centrar en consensuar unas directrices que permitan dibujar, en líneas generales, las circunstancias (ej. intervención judicial) bajo las cuales los ISP puedan gestionar el tráfico y ofrecer diferentes tipos de servicio, con pleno respeto al libre mercado y a la ley de la oferta y la demanda.
Cabe destacar la ausencia de España a lo largo del documento publicado por el Parlamento Europeo. Así es, en el mismo se hace referencia a las intervenciones de los países de nuestro entorno a raíz de la propuesta de regulación del año pasado por parte de este organismo europeo, evidenciándose la fragmentación del mercado único digital en los distintos mercados nacionales.
Y es que en España no ha realizado grandes aportes desde que, en 2010, participó en una consulta pública de la Comisión Europea sobre la neutralidad de la red y, en 2007, lanzase una consulta pública sobre las Redes de Acceso de Nueva Generación.
Actualmente, a nivel español, ante la fuerte competencia de aplicaciones VoIP como Skype, LINE o Viber que permiten realizar este tipo de llamadas, los ISP se han visto en la obligación de restringir o ralentizar el tráfico de éstas aplicaciones, o bien, cobrar por el uso de este servicio, aunque la propia aplicación lo ofrezca gratuitamente.
Así las cosas, parece que la cuestión de la neutralidad de la red debe ser abordada por España cuanto antes, inclinándose por dejar que los ISP restrinjan el tráfico de datos, o bien, animándoles para que compitan con los prestadores de servicios de la sociedad de la información que participan, por ejemplo, en el tráfico de llamadas a través de Internet.