La detención del líder religioso de esta comunidad, Daniel Litvak cuando se disponía a abandonar el país, se produce con motivo de las investigaciones llevadas a cabo por la fiscalía portuguesa por posible fraude fiscal, falsificación de documentos, blanqueo de capitales y otros delitos que podrían estar relacionados con el proceso de certificación para sefardíes. Las investigaciones se iniciaron tras varias denuncias, y la prensa portuguesa las relaciona con la concesión de la nacionalidad portuguesa al millonario ruso Roman Abramovich, de conocido origen judío, pero cuya ascendencia sefardita ha sido puesta en entredicho por numerosas fuentes. Abramovich obtuvo un certificado de origen sefardita firmado por el rabino Litvak, como paso previo imprescindible para poder iniciar su solicitud de nacionalidad.
Sin embargo, hay que recordar que por ley, la competencia para resolver las solicitudes de nacionalidad es exclusiva de la propia administración lusa, a través de sus registros civiles, y suya ha sido por tanto la responsabilidad última de la revisión y validación del expediente del oligarca ruso. La Comunidad Israelita de Oporto, por su parte, carece de atribuciones legales para conceder o denegar la nacionalidad, y su misión es únicamente la de certificación del posible origen sefardita de los candidatos a la misma, al cumplir con los requisitos que establece el Art. 24 3. C del Reglamento de Nacionalidad Portuguesa, aprobado por Decreto Ley 237-A/2006.
Tras la detención de su rabino, la CIP ha distribuido una nota explicativa indicando la “suspensión con efectos inmediatos del proceso de certificación sefardita mientras dure la investigación”, así como la “paralización de todas las solicitudes en curso, hasta nuevo aviso”. En un comunicado enviado a la prensa por los abogados de la Comunidad, explican que la junta directiva de la misma ha decidido que «ya no tiene ningún interés en colaborar con el Estado en la certificación de los judíos sefardíes», recordando además una propuesta realizada entre 2013 y 2014 al Gobierno para la creación de una comisión internacional para esta función.
Esta decisión, deja en la práctica como única entidad certificadora a la Comunidad Israelita de Lisboa (o CIL), la mayor Comunidad hebrea de Portugal y la que maneja un mayor número de expedientes de nacionalidad para sefardíes. La Comunidad Israelita de Lisboa, no ha anunciado de momento ninguna medida similar y continúa operando con normalidad.
Ahora falta por ver si este escándalo salpicará al propio procedimiento de nacionalidad para sefardíes y acelerará la introducción de cambios legales en el mismo, como ya pretendía el gobierno portugués. Hay que recordar que en el último Consejo de ministros celebrado por el gobierno saliente el pasado 23 de diciembre se aprobaron algunos cambios en el Reglamento de nacionalidad portuguesa que, aunque no afectan de momento al proceso para sefardíes, sí podrían ser el preludio para la modificación definitiva de este proceso de adquisición de la nacionalidad para los judíos originarios de Portugal o España.