
La Conferencia de La Haya de Derecho internacional privado ha cumplido 130 años y se consagra como la principal organización internacional que desarrolla soluciones globales de Derecho internacional privado, en tanto que ha superado recientemente las mil acciones entre Convenios y Protocolos en un marco de gran complejidad y diversidad transfronteriza.
Así las cosas, desde 1893, la Conferencia ha trabajado en el desarrollo de instrumentos multilaterales que buscan una mayor seguridad jurídica y previsibilidad con el establecimiento de mecanismos de cooperación internacional a fin de promover la resolución eficaz de controversias en el ámbito de las relaciones privadas internacionales. Actualmente, más de noventa Miembros y más de ciento cincuenta Estados, ya sea como miembros de la Organización o por ser Parte de uno o más de sus Convenios y Protocolos, han convertido a la Conferencia de La Haya como el referente global en la unificación de las normas de Derecho internacional privado que permiten a las personas, familias y empresas interactuar entre sí bajo el amparo de la seguridad jurídica que ello requiere.
En este sentido, la Organización lleva a cabo una amplia gama de actividades entre las que cabe destacar:
- El seguimiento de la evolución de los asuntos transfronterizos civiles o comerciales con el propósito de identificar las necesidades prácticas en un contexto de multilateralidad.
- La evaluación crítica entre la conveniencia y viabilidad de posibles soluciones normativas con motivo de las respuestas trasladadas de los Miembros.
- La evaluación y negociación de soluciones normativas deseables y viables, bajo la negociación, redacción y adopción del instrumento normativo en cuestión.
- La promoción de nuevos instrumentos o herramientas no normativas, toda vez de apoyar y promover la aplicación y el funcionamiento efectivo del instrumento normativo o herramienta no normativa, que en la práctica deviene como necesaria.
- Proporcionar material de orientación asociado, para garantizar la eficacia y pertinencia continua que reclaman los Miembros.
A tal efecto, para que el trabajo de la Conferencia de La Haya sea realmente eficaz a nivel mundial, la universalidad y la inclusión son elementos esenciales. De este modo, la Conferencia ha manifestado en su Plan Estratégico que, la cooperación y el consenso son factores clave sobre los que se deben apoyar los Miembros en la toma de sus decisiones bajo el espíritu de la cooperación internacional. Además, la transparencia y la rendición de cuentas en todas sus operaciones garantizarán la responsabilidad financiera de la Conferencia, requiriendo ello el ajuste de sus estructuras y procesos, así como utilizar recursos externos, ex. gr. recurrir a la experiencia de instituciones académicas, el sector privado, etc.
Sea como fuere, el «Plan Estratégico de la Conferencia 2023-2028» está basado en el establecimiento de estándares jurídicos internacionales uniformes de Derecho internacional privado a través de su labor normativa. Esto es, los Miembros y la Oficina Permanente han de supervisar los temas contemporáneos y emergentes del Derecho internacional privado y su labor debe ser proactiva a la hora de presentar propuestas para su consideración en respuesta a las necesidades de los diputados. Es por ello por lo que deben examinar las necesidades prácticas de los Miembros y evaluar la utilidad, la conveniencia y viabilidad de una solución normativa, además de tomar en consideración las características distintivas de los diversos sistemas jurídicos con el fin de facilitar el desarrollo de soluciones basadas en el consenso.
En realidad, la Conferencia debería seguir promoviendo la inclusividad, en particular en África y otras regiones subrepresentadas y, de este modo, alentar contribuciones significativas de sus Miembros, así como de actores relevantes implicados en su trabajo, a nivel nacional, regional e internacional. Ello implica relacionarse regularmente con los Órganos Nacionales y de Contacto, las Autoridades Centrales y competentes, misiones diplomáticas, órganos consultivos y otros actores para promover el trabajo de la Conferencia de La Haya en todo el mundo.
Ciertamente, fomentar la diversidad, la equidad y la inclusión, junto con la igualdad de género en el ámbito de los cargos oficiales fomentará la participación activa de todos los Miembros y reforzará la deseada cooperación con las partes interesadas externas. Igualmente, la utilización de medios tecnológicos para maximizar, cuando sea posible y apropiado, la participación en reuniones y actividades de divulgación será un aspecto sumamente positivo que debe contemplarse.