Los “patent trolls” (empresas de inversión que adquieren patentes en vigor pero en desuso o de empresas con dificultades económicas, para obtener licencias sobre las mismas bajo amenaza de costosos pleitos que la titular original sería incapaz de soportar) comienzan sus actividades en Europa, algo que hasta la fecha era un fenómeno exclusivamente de EEUU.
En fechas recientes (finales de Diciembre de 2007) se ha interpuesto una demanda por infracción de patente contra la multinacional NOKIA en Manheim, Alemania. El asunto no tendría mayor relevancia si no fuera porque es representativo de una nueva (y nefasta) corriente importada de los EEUU que comienza ahora a despuntar en Europa: los patent trolls.
En síntesis, se viene considerando patent troll a un perfil muy determinado de empresa (normalmente hedge funds), la cual asociada con un despacho de abogados experto en IP o bien creando su propio departamento legal, adquiere títulos de patentes en vigor con ánimo especulativo.
¿En qué consiste esta especulación?. Los patent trolls buscan patentes en vigor pero en desuso o pertenecientes a empresas con dificultades económicas, para una vez adquirida su titularidad, perseguir actos de terceros que consideran infracción y ofrecer su licencia a cambio de no presentar una demanda. En algunos casos extremos, se llega a forzar la obtención de licencias de patentes cuya validez es harto dudosa mediante demandas múltiples o excesivamente costosas obligando a optar por la solución menos gravosa.
La demandante es la empresa alemana IP-com, titular de varias patentes de los años 80 anteriormente propiedad de la conocida empresa Robert Bosch GmbH y relacionadas con el estándar de telecomunicaciones GSM. Debido a problemas de comercialización, las patentes no fueron explotadas en su momento y abandonadas por la firma.
Posteriormente y antes de la adquisición por IP-com, Bosch intentó negociar con Nokia diversos acuerdos de licencias a un precio justo y que no distorsionara la competencia, por ser patentes esenciales para el sistema de telecomunicaciones de acuerdo a las normas establecidas por el Instituto Europeo de Standards de Telecomunicaciones (ETSI).
Tras el fracaso de las negociaciones, el fondo de inversión Fortress Investments (del que forma parte IP-Com) adquirió las patentes para su ´"reactivación" solicitando ahora la declaración de infracción por Nokia en los tribunales alemanes y esperando en consecuencia, obtener pingües beneficios estimados en más de 12 millones de euros por royalties no satisfechos.
Si bien sin duda es un negocio lícito, las consecuencias de estas prácticas pueden ser terriblemente nocivas para el sistema de patentes, frenando la inversión y el desarrollo, obligando a las empresas a blindar sus actividades con complejos asesoramientos más legales que técnicos y, en definitiva, asignar mayores cantidades de dinero a estrategias defensivas que de progreso tecnológico, efectos que al final perjudican directamente a los consumidores, verdaderos y últimos beneficiarios del avance tecnológico que aseguran las patentes.
