Se trata de exponer en qué consiste este Programa implantado en centros penitenciarios de España y cuyo objetivo es atender a reclusos con patología mental.
PAIEM es un Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales en centros penitenciarios . Nació con el objetivo de atender las necesidades en el área de salud mental de los reclusos residentes en centros penitenciarios de España. Se diseñaron una serie de pautas ó protocolos de actuación para llevar a cabo en centros penitenciarios con la población que allí reside cumpliendo condenas y que sufre o está afectado por alguna patología mental, basado básicamente en desarrollar actividades terapéuticas y ocupacionales con este grupo de internos. Se intenta proporcionar a los profesionales que trabajan en centros penitenciarios una guía a seguir para lograr la normalización e integración social de estos internos . Se realizan actuaciones terapéuticas destinadas a rehabilitar al reclusos enfermo , intentando recuperar las capacidades personales del sometido a prisión, fomentando la autonomía personal, la calidad de vida y adaptación al entorno, tratando de evitar el deterioro psicosocial, ayudando en la adquisición y desarrollo de habilidades que faciliten el desenvolvimiento personal, familiar, social y laboral. Todo ello dentro de prisión e insertos en las normas penitenciarias de obligado cumplimiento.
Cuando empezó a desarrollarse este programa allá por el año 2009 , de lo que se trataba era de asegurar por parte del Estado, en concreto de la Administración Penitenciaria, que se cubriese la atención especializada sanitaria, psicológica, psiquiátrica, de la población reclusa garantizando el cumplimiento de la pena impuesta en condiciones adecuadas y con la asistencia sanitaria que precisan las personas que ingresan en prisión y sufren de estas patologías. La patología mental afecta a la persona en su totalidad, a nivel biológico , psicológico , social , por lo que el tratamiento de estos pacientes debe tener un enfoque biopsicosocial, donde un Equipo Multidisciplinar (compuesto por personal sanitario, psicólogo, educador, trabajador social , ONGs, jurista, maestro, monitor deportivo, monitor ocupacional… ) realice el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las personas afectadas.
Este programa se despliega en base a tres líneas de actuación:
*Primera: detectar el caso y atender clínicamente la enfermedad, consiste en hacer un primer diagnóstico o confirmar el que se tenía así como prescribir el tratamiento médico adecuado para más tarde derivar al recluso al programa de rehabilitación adecuado. Es un programa de atención clínica que desarrolla el Equipo Sanitario adscrito al PAIEM.
*Segunda: Consiste en desarrollar un programa de rehabilitación individualizado para cada recluso con el objetivo de eliminar los efectos perjudiciales que le producen la enfermedad mental intentando mejorar su calidad de vida, aumentar su autonomía y optimizar su adaptación al entorno. . Normalmente consiste en lograr su participación en actividades comunes del centro penitenciario o las diseñadas para el conjunto de reclusos que tengan la misma patología. Esta segunda fase se desarrolla en tres niveles según las características clínicas del recluso y su respuesta a los fármacos con los que se trata. El nivel I se destina para los que no tienen conductas de riesgo ni disruptivas , con buena respuesta al tratamiento, donde básicamente precisan un seguimiento , llevando su vida en prisión insertos en los módulos de forma normalizada. El nivel II es el adecuado para reclusos con síntomas activos de enfermedad o síntomas afectivos, cognitivos o negativos, con el condicionante de que sólo interfieren esos síntomas de la enfermedad de forma parcial en su vida. El nivel III se destina a reclusos con poca o nula respuesta al tratamiento, con síntomas activos de enfermedad y conductas disruptivas y de riesgo afectando de forma muy importante a su vida y a su adaptación a las normas del centro penitenciario siendo necesario un máximo control con ellos , estando la mayoría de los casos ingresados en Enfermería. El Equipo evalúa habilidades y discapacidades del recluso ( autocuidado , autonomía, autocontrol, las relaciones interpersonales, el funcionamiento cognitivo , el tratamiento médico… ) , realizan un Plan Individualizado de Rehabilitación (PIR) para ejecutar el recluso teniendo asimismo la tarea de seguimiento . Según las carencias que se observen se le programa unos objetivos a cumplir que va a desarrollar el recluso participando en actividades de ocio, cultura , académica, formativo-laboral, terapia con animales…
*Tercera: reincorporación social, donde el recluso adquiera una serie de habilidades, recursos y aprendizajes que van a ayudarle en su desarrollo personal, familiar, social y laboral. Asimismo se intenta que consigan una red de apoyo social ( familiares , amigos , asociaciones… ) así como un seguimiento sociosanitario. Se encargan de esta fase los profesionales de trabajo social, con la colaboración del resto de profesionales que participan en la rehabilitación de los usuarios.
Si partimos de la base, según estudios publicados por Instituciones Penitenciarias, sobre un 6,5% de los reclusos adolecen de alguna discapacidad intelectual o enfermedad mental. Este dato nos lleva a concluir que el porcentaje de personas que sufren estas patologías y que se encuentran cumpliendo condena en centros penitenciarios es mucho más elevada que la del resto de la población general. A muchas de estas personas ni se le ha diagnosticado estas patologías antes de su entrada en prisión, teniendo en cuenta que la mayoría de los condenados penalmente proceden de un entorno de marginalidad y pobreza y ni se les ha pasado por la cabeza que deban acudir a atención de salud mental . Por lo tanto, una vez ingresan en prisión es sumamente importante que , desde la Administración Penitenciaria, se dediquen medios para detectar estas enfermedades y una de esas herramientas es el PAIEM, que tiene como uno de sus objetivos la detección de este tipo de patologías al ingreso en un centro penitenciario para el cumplimiento de condenas .
El problema que nos encontramos es que en los últimos tiempos, debido a eso que llaman " crisis económica " las partidas dinerarias y de recursos humanos de los Presupuestos del Estado para este programa han disminuido , con la consecuencia de que la atención a reclusos que sufren estas patologías ha decaído por insuficiencia de recursos . Y lo antedicho, en un Estado de Derecho como pretende ser nuestro país, no pueden mermarse los Derechos de las personas sometidas a la tutela del Estado cuando cumplen condenas , en esa difícil relación de sujeción especial al que se ven sometidas ambas partes , teniendo el Estado, a través de Instituciones Penitenciarias , la obligación constitucional de garantizar que ese espacio de tiempo en que el recluso está bajo su sometimiento se haga en las mejores condiciones posibles, sin merma alguna .