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29/03/2024. 02:26:53

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Centros penitenciarios y PAIEM

Abogada especialista en discapacidad

Se trata de exponer en qué consiste este Programa implantado en centros penitenciarios de España y cuyo objetivo es atender a reclusos con patología mental.

Dibujo de una enfero mental en una celda

PAIEM es  un Programa de Atención Integral a Enfermos Mentales en centros penitenciarios .  Nació con el objetivo de atender las necesidades en el área de salud mental de los reclusos residentes en centros penitenciarios de España. Se diseñaron una serie de pautas ó protocolos de actuación  para llevar a cabo en centros penitenciarios  con la población que allí reside cumpliendo condenas y que sufre o está afectado por alguna patología mental,  basado básicamente en desarrollar actividades terapéuticas y ocupacionales  con este grupo de internos.  Se intenta proporcionar a los profesionales  que trabajan en  centros penitenciarios  una guía a seguir  para lograr la normalización e integración social de estos internos . Se realizan actuaciones terapéuticas  destinadas a rehabilitar al reclusos enfermo , intentando recuperar  las capacidades personales del sometido a prisión, fomentando la autonomía personal, la calidad de vida y  adaptación al entorno, tratando de evitar el deterioro psicosocial, ayudando  en la  adquisición y desarrollo de habilidades que faciliten el  desenvolvimiento personal, familiar, social y laboral. Todo ello dentro de prisión e insertos en las normas penitenciarias de obligado cumplimiento.

Cuando empezó a desarrollarse  este  programa   allá por el año 2009 , de lo que se trataba era de asegurar por parte del Estado, en concreto de la Administración Penitenciaria, que se cubriese   la atención especializada   sanitaria, psicológica, psiquiátrica, de la población reclusa  garantizando el cumplimiento de la pena impuesta  en condiciones  adecuadas y con la  asistencia  sanitaria  que precisan las personas que ingresan en prisión y sufren de estas patologías. La patología mental afecta a la  persona en su totalidad, a nivel biológico , psicológico , social , por lo que el tratamiento  de estos pacientes debe tener un enfoque biopsicosocial, donde un Equipo Multidisciplinar (compuesto por personal  sanitario, psicólogo, educador, trabajador social ,  ONGs, jurista, maestro, monitor deportivo, monitor ocupacional… )   realice el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las personas afectadas.

Este programa  se despliega en base a tres líneas de actuación:

*Primera: detectar el caso y atender clínicamente la enfermedad, consiste en  hacer un primer diagnóstico o confirmar  el que se tenía así como prescribir el  tratamiento médico adecuado para más tarde derivar al recluso al programa de rehabilitación  adecuado. Es un  programa de atención clínica que desarrolla  el  Equipo Sanitario adscrito al PAIEM.

*Segunda: Consiste en  desarrollar  un programa de rehabilitación individualizado para cada recluso con el objetivo  de eliminar los efectos perjudiciales que le producen  la enfermedad mental  intentando  mejorar su calidad de vida, aumentar su autonomía y optimizar su adaptación al entorno.   . Normalmente  consiste en lograr  su  participación en actividades comunes del centro penitenciario  o  las  diseñadas para el conjunto  de reclusos que tengan la misma patología.    Esta segunda fase se desarrolla en tres niveles según las  características clínicas del recluso  y su respuesta a los fármacos con los que se trata. El nivel I  se destina para  los que no tienen conductas de riesgo ni disruptivas ,  con buena respuesta al tratamiento,  donde básicamente  precisan  un  seguimiento , llevando su vida en prisión insertos en los módulos de forma  normalizada. El nivel II es el adecuado para  reclusos con síntomas activos de enfermedad o síntomas afectivos, cognitivos o negativos, con el condicionante de que  sólo interfieren  esos síntomas de la enfermedad de forma parcial en su vida. El nivel III  se destina a reclusos  con poca o nula  respuesta al tratamiento, con síntomas activos de enfermedad y conductas disruptivas y de riesgo  afectando  de forma muy importante  a su vida  y a  su adaptación a las normas del  centro  penitenciario  siendo necesario  un máximo  control con ellos , estando la mayoría de los casos ingresados en Enfermería. El Equipo evalúa habilidades y discapacidades del recluso ( autocuidado , autonomía,  autocontrol, las relaciones interpersonales, el funcionamiento cognitivo , el tratamiento médico… ) , realizan un Plan Individualizado de Rehabilitación (PIR) para ejecutar el recluso  teniendo asimismo la tarea de  seguimiento .  Según  las carencias que se observen se le programa unos  objetivos a cumplir que va a desarrollar el recluso participando en actividades de ocio,  cultura , académica, formativo-laboral,  terapia con animales…

*Tercera: reincorporación social, donde  el recluso adquiera una serie de habilidades, recursos y aprendizajes que van a ayudarle en su desarrollo personal, familiar, social y laboral.  Asimismo  se intenta que consigan una  red de apoyo social ( familiares , amigos ,  asociaciones… ) así como un  seguimiento  sociosanitario. Se encargan de esta fase  los profesionales de trabajo social, con la colaboración del resto de profesionales que participan en la rehabilitación de los usuarios.

Si partimos de la base, según estudios publicados por Instituciones Penitenciarias, sobre un 6,5% de los reclusos adolecen de alguna  discapacidad intelectual o enfermedad mental. Este dato nos lleva a concluir que el porcentaje de  personas que sufren estas patologías  y que se encuentran cumpliendo condena en centros penitenciarios es mucho más elevada  que  la del resto de la población general. A muchas de estas personas ni se le ha diagnosticado estas patologías antes de su entrada en prisión, teniendo en cuenta que la mayoría de los condenados penalmente proceden de un entorno de marginalidad y pobreza y ni se les ha pasado por la cabeza que deban acudir a atención de salud mental  . Por lo tanto, una vez ingresan en prisión es sumamente  importante que , desde la Administración Penitenciaria, se dediquen medios para detectar estas enfermedades y una de esas herramientas es el PAIEM, que tiene como uno de sus objetivos la detección de este tipo de patologías al ingreso en un centro penitenciario para el cumplimiento de condenas .

El problema que nos encontramos es que en los últimos tiempos, debido a eso que llaman " crisis económica " las partidas dinerarias  y de recursos humanos de los Presupuestos del Estado para este programa han disminuido , con la consecuencia de que la atención a reclusos que sufren  estas patologías  ha decaído por insuficiencia de recursos  . Y  lo antedicho, en un Estado de Derecho como pretende ser nuestro país, no pueden mermarse los Derechos de las personas sometidas  a la tutela del Estado cuando cumplen condenas  , en esa difícil relación de sujeción especial al que se ven sometidas ambas partes , teniendo  el Estado,  a través de Instituciones Penitenciarias , la obligación constitucional de garantizar que ese espacio de tiempo  en que el recluso  está bajo su sometimiento se haga en las mejores condiciones posibles, sin merma alguna .

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