Teletrabajar sin dolor de espaldas

Teletrabajo en condiciones: la ergonomía y algo más

Las circunstancias mandan, pero en tu mano está teletrabajar en condiciones óptimas y que las horas que dedicas fuera de la oficina no te perjudiquen el día de mañana. Te hablo de dolores de espalda, tensión acumulada y sobreesfuerzos que puedes evitar, por ejemplo, colocando bien el monitor de tu ordenador.

Necesitas acondicionar el espacio y equiparte

Si habías instalado de forma provisional tu equipo informático en el salón, en el dormitorio o en una esquina de la cocina, es momento de revisar y analizar cómo es tu espacio de trabajo. Recuerda que el teletrabajo ha llegado para quedarse. Por supuesto, en muchísimas ocasiones nos hemos llevado tareas a casa y hemos trasnochado, pero eso, no tiene nada que ver con el replanteamiento de la situación laboral actual. Ahora toca acondicionar nuestro puesto de trabajo para ser más eficientes y para no padecer los dolores musculares derivados de una mala colocación de nuestra oficina en casa. Veamos qué debemos hacer.

1. Ubicación de la mesa de trabajo

El tamaño o el diseño es indiferente a no ser que su forma o textura nos terminen haciendo daño con el roce. Debemos ver por donde entra la luz, no debe incidir directamente sobre la pantalla ni sobre nuestros ojos, debemos establecer una zona espaciada con libertad de movimiento, donde estemos cómodos. Lo normal es que queramos aprovechar al máximo el espacio de una estancia, y eso nos lleva a cometer un error muy común: colocar la mesa, pegando la parte trasera a la pared, olvidando que durante las videollamadas también mostramos todo lo que ocurre por ahí detrás. Lo bueno es quealgunas aplicaciones, como Skype para Windows 10, nos permiten difuminar el fondo (aunque no siempre podemos elegir la aplicación de la videollamada y debemos tenerlo en cuenta). Lo más oportuno es que nuestra cámara apunte hacia una pared o una estantería que esté cerca. Echa un vistazo antes a lo que tus interlocutores van a ver detrás de ti, y analiza si es oportuno. Pero, sobre todo, lo más importante es que la cámara no registre imágenes de una zona de paso a no ser que vivas sólo y controles lo que pueda ocurrir en dicha área. Prácticamente todos hemos podido conocer o vivir en los últimos 24 meses alguna anécdota en relación con esto último, ¿verdad? Y aunque advertido queda, es fácil de olvidar.

Otro detalle, la videocámara debe enfocar hacia la misma dirección que la pantalla, para asegurarnos de que miramos y nos ven de frente. Te recomiendo que la coloques cerca del borde de atrás de la mesa, con espacio. Lo idóneo es situar nuestra silla entre la mesa y la pared (o una librería). Si además tenemos otra pared cerca, podemos conseguir la disposición ideal, acercando el lateral de la mesa a esa otra pared.

2. Equipamiento

Si crees que el portátil es suficiente, estás en otro error. Un ordenador portátil puede disponer de muchas prestaciones, pero no está diseñado para trabajar largas sesiones día tras día. En su defecto, lo puedes usar como si fuera una CPU si lo acompañas de estos periféricos:

• Teclado y ratón (preferentemente inalámbricos).
• Atril. Para así elevar la pantalla. Hay quienes optan por el paquete de 500 folios, aunque no es la solución ideal si queremos que la pantalla se mantenga estable con seguridad.
• Monitor. Supone una inversión, pero es mucho mejor que usar un atril y vas a ganar superficie de escritorio.Por buena que sea la resolución de un portátil(Full HD 1920×1080 píxeles), siguen siendo pantallas pequeñas para trabajar simultáneamente con diversas aplicaciones.
• Auriculares con micrófono. Este es uno de los básicos para teletrabajar de forma óptima y asegurar la comunicación con nuestros interlocutores. Debemos evitar el uso del manos libres que provoca, entre otras, interrupciones constantes y el molesto acoplamiento. ¿Quién no ha vivido una videoconferencia en la que continuamente se debían silenciar todos los participantes para poder oír a alguno? Esto se soluciona con unos simples auriculares. Si además compartimos nuestra zona de trabajo, esta recomendación es casi una obligación; ni molestamos a los demás y nos aislamos del ruido exterior. Además, existen auriculares con reducción activa de ruido, que son fantásticos para poder trabajar cómodamente desde cualquier sitio por ruidoso que sea. ¿Qué modelo es el más adecuado? Esto, es cuestión de gustos, hay defensores de los modelos de cable circumaurales con doble diadema y micrófono direccional, otros de los intraurales inalámbricos con micrófono omnidireccional… Lo importante es que nos permita establecer una comunicación sin ruido y nos permita centrarnos en lo que nos ocupa. 

3. Colocación de la pantalla

¿Sabías que en la mayoría de los casos, el dolor de espalda tiene su origen en una mala postura corporal mientras trabajamos?

Los manuales que el Ministerio de Trabajo publicó entre 2005/2006 indicaban que debía haber una distancia mínima de 40cm entre el trabajar y su pantalla (30cm para pantallas táctiles). Estos se centraban especialmente en el ángulo de legibilidad de los caracteres y por entonces, todavía eran populares las pantallas basadas en tecnología de tubo de rayos catódicos (CRT). Esas pantallas proyectaban la imagen sobre una superficie curva, y la mayoría de las recomendaciones posturales lo tenían en cuenta. Hoy día, prácticamente la totalidad de las pantallas de ordenador son planas, pero desgraciadamente el Ministerio no ha publicado revisiones de esos manuales. Por esta razón, estamos abiertos a las recomendaciones particulares de los profesionales de la prevención de riesgos laborales, y si estos me consideran intruso profesional, también he aprendido mucho sobre el tema en mis más de 20 años corrigiendo posturas de clientes satisfechos y me dispongo a compartir mis recomendaciones: 

1. La pantalla siempre delante. Si trabajamos con más de una, la principal es la que debe estar al frente. Debemos verla al completo sin hacer ningún giro de cuello o cadera. Hay quienes creen que aprovechar la esquina de la mesa es mejor que cuidar de su salud, o que es mejor ver al cliente que se sienta delante. Simplemente basta con recordarles cómo se sienten al final de la jornada cuando intentan estirar su espalda o girar su cuello con fluidez.
2. Inclinar la pantalla de forma perpendicular a nuestra línea de visión. No hay que apurar. La inercia nos lleva a mirar perpendicularmente a la pantalla, y eso provoca intensos dolores de cuello. Para evitarlo, lo mejor es: 

1. Sentarse bien erguido. 
2. Elevar la pantalla hasta que el marco superior se encuentre a la altura de los ojos, o ligeramente por debajo. 
3. Inclinar la pantalla hasta que los ojos se vean reflejados en el centro de la parte superior de la misma. 

Si tenemos múltiples pantallas

Las pantallas adicionales deben seguir las mismas recomendaciones anteriores, aunque sólo la principal estará de frente. Conviene que estén lo más juntas posible, alineando la parte superior de las mismas.

Para que los cables no molesten podemos intercambiar la posición entre ellas.

Tanto si trabajamos con un ordenador portátil y una pantalla externa, como si usamos doble o triple pantalla, debemos aprender a sacarle partido. Para ello, lo mejor es establecer una pauta de uso de estas (uso extendido, independiente…). Todo esto lo puedes consultar en los Ajustes y Configuración de tu equipo, o consultar con tu informático de confianza.

Por último, hay detalles como son la falta de nitidez o de luminosidad de la pantalla que también afectan a la legibilidad y por tanto, a la fatiga visual. Esto último podría ocuparnos otro artículo, y aunque no es mi intención, no quería dejar de mencionarlos para que los tengas en cuenta.