- No hay grandes celebraciones después de la victoria revolucionaria
- El Sinn Fein aún necesita el respaldo de su rival para gobernar
- Referéndum de Irlanda Unida a años de distancia
BELFAST, 8 may (Reuters) – Los nacionalistas irlandeses en Belfast brindaron el domingo por la histórica victoria electoral del Sinn Fein, mientras que los vecinos pro-británicos se enfurecieron en silencio, pero había pocas señales de que el terremoto político del fin de semana estuviera a punto de sacudir esta ciudad una vez problemática.
En una victoria que habría sido inimaginable hace unas décadas, el antiguo ala política del Ejército Republicano Irlandés (IRA) se convirtió el sábado en el primer partido nacionalista irlandés en ocupar el primer lugar en las elecciones al parlamento de la región dirigida por los británicos. leer más
La victoria le da al Sinn Fein el derecho de nominar a su líder Michelle O’Neill como la primera primera ministra católica de la región, y más poder para perseguir el objetivo final del partido de unir Irlanda del Norte con la República de Irlanda al sur.
Pero pocas de las personas que disfrutaban de un domingo soleado en la newtownards Road, firmemente pro-británica de la ciudad, parecían demasiado preocupadas.
«Obviamente no queremos una Irlanda unida y el Sinn Fein va a presionar para una encuesta fronteriza, pero yo diría que lo traigan, no tenemos nada que temer», dijo John Keenan, quien dirige la tienda de recuerdos Union Jack.
Su confianza se debe a las encuestas de opinión que han mostrado consistentemente que la mayoría de los votantes en Irlanda del Norte están a favor de seguir siendo parte del Reino Unido.
La comunidad lealista pro-británica, llamada así por su lealtad al Reino Unido, está «preocupada» por el ascenso del Sinn Fein, dijo Keenan.
Pero también sabe que el Sinn Fein no puede gobernar sin el consentimiento del mayor partido pro-británico, el Partido Unionista Democrático, bajo el acuerdo de paz de 1998 cuidadosamente elaborado por la región.
Eso trae la perspectiva de un gobierno directo de Londres si no se puede llegar a un acuerdo, lo que Keenan dijo que lo haría feliz a él y a muchos otros.
Caminando con un amigo cerca, el ministro de la Iglesia Metodista Protestante Gary Mason dijo que aunque muchos leales, y los unionistas pro-británicos más moderados, probablemente estén en shock por el éxito del Sinn Fein, muchos otros no se sorprendieron en absoluto, viéndolo como la consecuencia de constantes luchas internas entre los políticos pro-británicos.
El Sinn Fein presionando por un referéndum de unificación «no es nada nuevo», dijo.
Al otro lado de la ciudad, vestido con una camiseta de fútbol gaélica con el tricolor verde, blanco y naranja de la República de Irlanda, Tommy Shaw, de 80 años, dijo que estaba «bastante contento» por la victoria del Sinn Fein. Dijo que «moriría feliz» si se lograba la unificación irlandesa.
Pero también expresó dudas de que un referéndum sobre la unificación estuviera más cerca como resultado de la victoria del Sinn Fein. «No particularmente», dijo mientras disfrutaba de una copa con amigos en un club deportivo que lleva el nombre de un líder nacionalista que luchó por la independencia de Irlanda.
Si bien los activistas y candidatos del Sinn Fein celebraron una fiesta el sábado, no hubo grandes celebraciones en el bastión nacionalista de Falls Road, donde juega el equipo de fútbol gaélico de Shaw.
Eso reflejó el hecho de que muchos ven la victoria como un trampolín y que el referéndum requerido para abandonar el Reino Unido queda a discreción del gobierno británico y probablemente a años de distancia.
La mayor consecuencia de la votación de la semana pasada podría ser, en cambio, una duplicación del número de escaños ganados por el Partido de la Alianza entre comunidades, ya que atrajo el apoyo tanto de nacionalistas irlandeses como de unionistas pro-británicos descontentos con sus partidos tradicionales.
«Creo que eso ha sido brillante, están demostrando que hay un término medio allí», dijo Shaw.
