WASHINGTON (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el jueves que planea aumentar las admisiones anuales de refugiados a 125.000 en el próximo año fiscal, un aumento de más de ocho veces después de que el ex presidente Donald Trump reduje los niveles a mínimos históricos.
Biden también pidió docenas de cambios en el procesamiento y investigación de refugiados estadounidenses en una orden ejecutiva detallada que los defensores alabaron el jueves. Durante un discurso en el Departamento de Estado de los Estados Unidos, el presidente demócrata dijo que la orden aumentaría la capacidad del país para aceptar refugiados ante la «necesidad global sin precedentes».
Biden se ha comprometido a restaurar el papel histórico de Estados Unidos como país que acoge a refugiados de todo el mundo después de cuatro años de recortes a las admisiones bajo Trump. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que hay 1,4 millones de refugiados en todo el mundo que necesitan un reasentamiento urgente.
Durante su presidencia, Trump retrató a los refugiados como una amenaza para la seguridad y una fuga a las comunidades estadounidenses mientras tomaba una serie de medidas para restringir la inmigración legal.
Biden se enfrenta a un programa de refugiados atormentado por las políticas de Trump, lo que llevó al cierre de las oficinas de reasentamiento y la reasignación de personal del programa. Las acciones de Trump también interrumpió el oleoducto de refugiados a Estados Unidos, una situación exacerbada por la pandemia de coronavirus.
Biden dijo que el objetivo de 125.000 admisiones de refugiados -frente a 15.000 de este año bajo Trump- sería para el próximo año fiscal, que comienza el 1 de octubre de 2021.
«Va a tomar tiempo reconstruir lo que ha sido tan dañado», dijo Biden. «Pero eso es precisamente lo que vamos a hacer.»
Biden también tiene la intención de proponer el aumento del techo de refugiados para este año después de una consulta con el Congreso, según una hoja informativa de la Casa Blanca publicada el jueves.
Los que apoyaron a los refugiados elogiaron la orden ejecutiva de Biden, que dijeron que aceleraría el procesamiento de refugiados y eliminaría las barreras que bloqueaban a algunos solicitantes.
«Esta es una lista de todo lo que los defensores han dicho que estaba mal con el programa», dijo Jennifer Quigley, directora de defensa de los refugiados con Human Rights First, con sede en Nueva York. «Hemos identificado problemas y esto está proporcionando las soluciones».
PAPEL DEL CAMBIO CLIMÁTICO
La orden ejecutiva pedía una revisión del programa especial de visa de inmigrante para los refugiados que ayudaron a los intereses estadounidenses en Irak y Afganistán a determinar si ha habido «retrasos indebidos» para los solicitantes.
La administración Trump esculpió 4.000 puestos para los refugiados iraquíes en su límite de admisión de 2020, pero sólo 537 fueron reasentados en el año fiscal, que terminó en septiembre.
Más de 9.800 iraquíes llegaron a los Estados Unidos en el año fiscal 2016 antes de que Trump asumió el cargo.
Algunos grupos de veteranos habían presionado al gobierno para que hiciera más para ayudar a reasentar a los intérpretes militares y a otro personal que se enfrentaba al peligro de ayudar a las tropas estadounidenses en el extranjero.
La orden de Biden puso de relieve el papel del cambio climático en el desplazamiento de personas en todo el mundo, pidiendo a los jefes de varias agencias estadounidenses que elaboren un informe sobre el asunto con 180 días.
Biden también rescindió varias políticas restrictivas de Trump, incluyendo una orden de 2019 que requería que los estados y localidades de Estados Unidos consientan recibir el consentimiento para recibir refugiados.
La reversión de esa orden de Trump será en parte simbólica ya que un juez federal con sede en Maryland la bloqueó en todo el país hace más de un año, una decisión que fue confirmada en enero por el 4o Tribunal de Apelaciones del Circuito de los Estados Unidos.
En la orden ejecutiva, Biden pidió que se nombrara a un director superior del Consejo de Seguridad Nacional para coordinar las agencias estadounidenses que se ocupan de los refugiados, una medida que podría dar a los refugiados una voz más fuerte en la Casa Blanca.
Las medidas posicionaron a Biden para volver a una política de refugiados más estrechamente alineada con el ex presidente Barack Obama, que Biden sirvió como vicepresidente. Obama se fijó la meta de admitir a 110.000 refugiados en el año fiscal 2017. Pero Trump redujo esa cifra en más de la mitad después de asumir el cargo meses más tarde y redujo constantemente las admisiones de refugiados en cada año de su presidencia que siguió.
El senador Tom Cotton de Arkansas, un republicano con puntos de vista migratorios de línea dura, criticó el aumento planeado de los refugiados de Biden en una declaración escrita, diciendo que «pondría en riesgo los empleos y la seguridad estadounidenses durante una pandemia».
Krish O’Mara Vignarajah, presidenta del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados, una agencia de reasentamiento de refugiados con sede en Maryland, dijo en un comunicado que la decisión de Biden de levantar el techo de refugiados sería «salvar vidas para cientos de miles de personas que huyen de la violencia y la persecución».
