La subida de impuestos que estudia el Gobierno español afectaría a los rendimientos de capital y a las plusvalías, pero no a las rentas de trabajo o al impuesto de sociedades, dijo el lunes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que trata de financiar un déficit presupuestario cada vez mayor.
"Será un alza moderada", dijo Zapatero en una rueda de prensa emitida en la televisión española desde Estocolmo, donde se ha reunido con el primer ministro sueco, Friedrik Reinfeldt.
El aumento en los impuestos, que afectará a los dividendos, intereses y a las plusvalías por la venta de acciones, será retirado en cuanto las condiciones económicas lo permitan, dijo Zapatero.
Con el déficit presupuestario español encaminándose hacia el 10 por ciento del Producto Interior Bruto este año, el Gobierno socialista necesita detener la merma de los ingresos fiscales, dañados por la crisis económica, si quiere conservar la confianza de los mercados de deuda.
Mientras los 'spreads' o diferenciales de los bonos españoles sobre los alemanes han permanecido moderados debido al relativamente bajo nivel de deuda pública frente al PIB, esto podría cambiar en los próximos años si el Gobierno no muestra ciertos progresos en su promesa de recortar el déficit de nuevo hacia el 3 por ciento del PIB para 2012.
Actualmente, el impuesto sobre ganancias patrimoniales asciende al 18 por ciento en España. El Gobierno socialista inicialmente sugirió que subiría los impuestos sobre los rendimientos de trabajo (IRPF), lo que desató un aluvión de críticas. Zapatero señaló después que el IPRF permanecería sin cambios.
Al margen de la decisión del Gobierno, cualquier propuesta de subida de impuestos será difícil de aprobar en el Parlamento, en el que no tiene mayoría. Los nacionalistas catalanes, que suelen ser la clave en la balanza de las votaciones, se oponen a subidas impositivas, lo que podría forzar al Partido Socialista a buscar apoyo de los nacionalistas vascos.
