ROMA (Reuters) – Italia afronta un largo período de inestabilidad política tras las elecciones no concluyentes del domingo, en las que los partidos tradicionales fueron rechazados en las urnas y los grupos de extrema derecha y antisistema lograron cifras récord.

Con la mitad de los votos escrutados, parecía claro que ninguna de las tres principales facciones políticas conseguiría gobernar y hay escasas perspectivas de formar un gobierno de mayorías, lo que supone un nuevo quebradero de cabeza para la Unión Europea.
Entre los posibles escenarios se encuentra la creación de una coalición más euroescéptica, que desafiaría probablemente las restricciones presupuestarias de la UE y estaría poco interesada en una mayor integración europea, o unas nuevas elecciones para intentar desbloquear la situación.
La alianza derechista en la que se incluye el partido de Silvio Berlusconi Forza Italia surgió como el bloque con más respaldo, por delante del antisistema Movimiento 5 Estrellas, que vio sus apoyos crecer hasta convertirse en el mayor partido en solitario en Italia.
Pese a haber conseguido una modesta recuperación económica, la coalición gobernante de centroizquierda obtuvo un distante tercer puesto, afectado por el descontento generalizado por la persistente pobreza, el desempleo elevado y una llegada de más de 600.000 inmigrantes en los últimos cuatro años.
Los resultados completos no se conocerán hasta bien entrado el lunes.
Un estancamiento político prolongado podría convertir a la endeudada Italia en el foco de preocupación del mercado en Europa, ahora que la inestabilidad en Alemania se ha reducido tras la reactivación el domingo de una gran coalición bajo la batuta de la canciller Angela Merkel.
El euro caía el lunes en las primeras operaciones en Asia mientras los inversores esperaban los resultados finales.
"Italia está lejos de haber resuelto sus problemas más antiguos, y ahora tendrá otros nuevos. Estemos preparados para largas y complejas negociaciones que durarán meses", dijo Lorenzo Codogno, ex economista jefe del Tesoro italiano.
La alianza de centroizquierda de Berlusconi obtendría un 37 por ciento de los votos y, en una agria derrota personal para el multimillonario magnate, su partido Forza Italia se vería superado por su aliada, la ultraderechista Liga Norte.
"Mis primeras palabras: GRACIAS", dijo el líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, en Twitter. Su partido, que hizo campaña contra la inmigración, parecía destinado a hacerse con más del 17 por ciento de los votos, frente al 4 por ciento en los comicios generales de 2013.
Sin embargo, el gran ganador el domingo era el Movimiento Cinco estrellas, que se perfilaba como ganador de un tercio de los votos y se situaría como factor clave en futuras negociaciones de coalición.
"Nadie podrá gobernar sin el Movimiento 5 Estrellas", dijo el destacado miembro del partido Riccardo Fraccaro."Asumiremos la responsabilidad de construir este gobierno, pero de forma diferente, hablando con todos los partidos sobre lo que necesita este país", añadió.
El bloque de centro izquierda obtendría un 22 por ciento de los sufragios.