MADRID (Reuters) – La independentista Candidatura d’Unitat Popular, que tiene la llave de la gobernabilidad en Cataluña tras las elecciones de septiembre pasado, reiteró el domingo su veto a Artur Mas como presidente de la Generalitat, decisión que acerca unas nuevas elecciones en la región.
Pese a que 1.200 militantes y simpatizantes de la formación anticapitalista reiteraron mayoritariamente su rechazo a Mas, la CUP se mostró dispuesta a seguir negociando con la plataforma independentista Junts pel Sí un candidato de consenso que permita iniciar el proceso de secesión.
"El escenario que más adhesiones ha generado es el que continúa hablando de ruptura, plan de choque, proceso constituyente y una alternativa a Artur Mas", dijo el diputado de la CUP Benet Salellas, en declaraciones recogidas por medios.
El partido independentista, que pasó de tres a 10 escaños en los comicios de septiembre, tiene prevista una nueva asamblea en diciembre, mes que se celebran unas elecciones generales en España que podrían ser decisivas para un diálogo con Cataluña.
Las fuerzas soberanistas lograron en Cataluña la mayoría de escaños, aunque no de votos, resultado con el que pretenden iniciar un proceso de independencia en un plazo de 18 meses.
Sin embargo, la falta de acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP ha impedido la formación de un gobierno que ponga en marcha la hoja de ruta secesionista. De no pactar un candidato a presidente antes del 9 de enero, habría que convocar unas nuevas elecciones autonómicas, las cuartas en la región desde 2010.
