BERLÍN/PARÍS (Reuters) – La economía alemana se contrajo ligeramente en el último trimestre del año pasado, mientras que Francia logró un nivel anémico de crecimiento, lo que sugiere que la eurozona podría sucumbir a una leve recesión mientras sus miembros más endeudados siguen con problemas.
El Producto Interior Bruto (PIB) alemán se contrajo un 0,2 por ciento en el cuarto trimestre, una desaceleración desde una revisión al alza de un 0,6 por ciento en el período julio-septiembre, con el comercio y el consumo privado pesando sobre el crecimiento.
Francia salió mejor parada, con un crecimiento más fuerte de lo esperado de dos décimas en e último trimestre respecto al anterior, con una mejora de la inversión empresarial y una demanda interna sólida. Este dato llevó el crecimiento anual al 1,7 por ciento, en línea con las perspectivas gubernamentales.
Los datos alemanes fueron algo mejor de lo esperado y unas cifras que miran al medio plazo sugieren que la depresión puede ser breve.
"Esperamos que la economía alemana se mueva en un rango estrecho en el primer semestre del año, antes de recuperar impulso a mitad de año, cuando los políticos europeos deberían haber aplicado las medidas finales para contener la crisis de deuda soberana mientras la economía europea mejora", afirmó Aline Schuiling, de ABN AMRO.
La economía gala también superó las expectativas de que caería un 0,1 por ciento.
"Cada uno de los tres principales componentes de la economía – comercio exterior, demanda interna e inversiones – tuvo una contribución positiva al último trimestre de 2011", dijo en un comunicado el ministro de Finanzas, François Baroin. "Esto refuerza el pronóstico del Gobierno de un (crecimiento del) 0,5 por ciento este año".
A finales del año pasado, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, pronosticó una "recesión leve" para la eurozona. Su última valoración, en una rueda de prensa la semana pasada tras la última reunión sobre política monetaria fue que hay pruebas de "una estabilización de la actividad económica a un nivel bajo".
RECESIÓN EN ITALIA
La economía de Italia se contrajo más de lo previsto en el último trimestre del año pasado, un 0,7 por ciento, según cifras publicadas el miércoles por la agencia de estadísticas ISTAT. El producto Interior Bruto de la tercera economía de la zona euro bajó un 0,5 por ciento interanual, mientras que el del tercer trimestre no fue objeto de revisión y permaneció en una contracción del 0,2 por ciento y en un aumento del 0,3 por ciento interanual.
Dos trimestres consecutivos de descenso del PIB constituyen la definición técnica de recesión de los analistas.
Los datos resaltan las dificultades que afronta el gobierno tecnócrata de Mario Monti debido a una economía que se ve arrastrada por las medidas de austeridad y una crisis de deuda que amenaza a la totalidad de la zona euro.
Los mayores problemas para la eurozona están en sus socios de la periferia. Con las dudas sobre el segundo plan de rescate a Grecia aún en el aire, los datos conocidos el martes mostraron que su economía se hundió un siete por ciento interanual en el último trimestre, dos puntos más que en el anterior, y las medidas de austeridad exigidas por los prestamistas internacionales probablemente empeoren la situación.
Estas cifras también dificultan aún más lograr sus objetivos de deuda, lo que hace plantearse la sabiduría de hacer unos recortes tan profundos.
Portugal, que según analistas también requerirá un segundo rescate, sufrió una contracción del 1,3 por ciento de su PIB en el último trimestre de 2011, más del doble del 0,6 por ciento del trimestre anterior.
Datos preliminares de la Oficina Federal de Estadísticas publicados el miércoles también mostraron que el crecimiento comparado con el mismo período del año anterior cedió a un 1,5 por ciento desde una cifra revisada de un 2,6 por ciento en el trimestre anterior.
