Es necesaria una mayor integración de la zona euro para hacer frente a los retos de la crisis de deuda soberana pero el proceso no debe crear ninguna división en la zona euro o en la Unión Europea, dijo la Comisión Europea.
"Tampoco es una opción que se desacelere una integración más profunda de la zona euro, dados los retos que afrontamos. Pero este es un proceso abierto, no un proceso excluyente ni divisorio", expresó la portavoz de la Comisión Pia Ahrenkilde Hansen durante una sesión informativa.
La portavoz citó un discurso del presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, a última hora del miércoles, en el sentido de que una fractura de la zona euro o la Unión Europea dejaría el PIB de la UE en la mitad en una fase inicial.
Para Alemania, el coste de una división semejante sería una contracción económica del tres por ciento y la pérdida de un millones de empleos.
"Es un coste enorme…no podemos permitir que la zona euro o la Unión Europea se fragmente porque iría en contra de los intereses de los ciudadanos europeos en su conjunto", expresó.
El Gobierno alemán no está persiguiendo la idea de crear una zona euro con menos miembros y sus políticas están concentradas en estabilizar la unión monetaria tal y como está ahora, dijo el jueves un portavoz de la canciller germana, Angela Merkel.
"El Gobierno alemán definitivamente no persigue esos planes", dijo el portavoz alemán Steffen Seibert.
"Al contrario, nuestras políticas apuntan a estabilizar la zona euro en su conjunto y atacando la raíz de sus problemas".