BRUSELAS, 9 sep (Reuters) – Los ministros de Energía de los países de la Unión Europea se reúnen el viernes para buscar soluciones a una larga lista de posibles medidas para proteger a los ciudadanos de los altísimos precios de la energía a medida que se acerca el invierno.
La base de las conversaciones es un conjunto de propuestas hechas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, entre ellas, un límite de precios para el gas ruso, un impuesto inesperado sobre las centrales eléctricas que no son de gas, un recorte en la demanda de electricidad en todo el bloque y líneas de crédito de emergencia para las empresas eléctricas que enfrentan crecientes requisitos de garantía.
Los diplomáticos de la UE dijeron que los países parecían apoyar ampliamente las medidas para proporcionar liquidez a las empresas, y algunos también habían respaldado la reducción de la demanda de energía.
Otras propuestas fueron más divisivas. El límite de precios del gas ruso hasta ahora no ha logrado ganar apoyo entre la mayoría de los países, y algunos cuestionan cómo ayudaría a frenar los precios dados los bajos volúmenes de gas que Moscú está enviando ahora a Europa.
«Nuestra intención ante todo es bajar los precios. Un límite solo al gas ruso no bajará los precios», dijo a Reuters la ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten.
Los estados bálticos se encuentran entre los que respaldan la idea, argumentando que un límite de precios aún privaría a Moscú de ingresos para financiar actividades militares en Ucrania.
El presidente Vladimir Putin dijo el miércoles que Rusia dejará de suministrar gas a Europa si impone un límite de precios. El apoyo a la política es escaso entre los estados de Europa Central y Oriental que no están dispuestos a perder los suministros cada vez menores que aún reciben.
Las entregas de gasoductos rusos a través de las tres principales rutas a Europa han caído casi un 90% en los últimos 12 meses, según muestran los datos de Refinitiv. Moscú ha culpado a los recortes de suministro a problemas técnicos causados por las sanciones occidentales por su invasión de Ucrania.
No se espera que los países de la UE aprueben ninguna política el viernes, sino que den una señal a Bruselas sobre qué opciones tienen suficiente apoyo para convertirse en propuestas finales. Las leyes de emergencia de la UE suelen ser aprobadas por la mayoría de los países, aunque algunas pueden requerir una aprobación unánime.
La idea de recuperar los ingresos de los generadores de energía que no son de gas y gastar el efectivo en recortar las facturas de los consumidores también ha despertado resistencia en algunas capitales.
La propuesta de la UE limitaría a 200 euros (199,86 dólares) por megavatio hora el precio que se paga a los generadores que no son de gas por su energía, y se aplicaría a los generadores eólicos, nucleares y de carbón, según un borrador visto por Reuters.
Los precios de la energía en Europa suelen ser fijados por las plantas de gas, y el límite tendría como objetivo reducir el costo de la electricidad producida por las plantas que no están expuestas a los precios del gas europeos, que el mes pasado alcanzaron 12 veces su nivel a principios de 2021.
Francia, hogar de la mayor flota de energía nuclear de Europa, cuestionó si se debería aplicar el mismo límite a todos los generadores.
«El hecho de tener un techo de ingresos único para todas las formas de producir energía y todos los países de la UE es algo que estamos cuestionando», dijo una fuente del Ministerio de Energía francés.
La fuente dijo que París respaldó un límite de precios de la UE en el gas de gasoducto ruso, pero advirtió que limitar los precios del gas natural licuado podría hacer que la UE pierda frente a otros países en el suministro tan necesario.
Un diplomático de la UE de un país dijo que un «gran grupo» de estados estaba buscando algún tipo de límite de precios de la energía para reducir las facturas, con un precio del gas utilizado para producir energía y un límite en todo el bloque de todas las importaciones de gas entre las ideas en discusión.
«La pregunta es qué se limita y cómo se limita. Este es el diablo en los detalles», dijo el diplomático.
