WASHINGTON (Reuters) – Los partidarios del presidente Donald Trump que asaltó el Capitolio de Estados Unidos, rompiendo ventanas y robando cosas, podrían enfrentar cargos como la sedición, la insurrección y los disturbios, dijo el jueves el principal fiscal federal de Washington, D.C.
«Todos esos cargos están sobre la mesa», dijo a los periodistas en una llamada, cuando se les preguntó sobre posibles cargos de sedición, disturbios o insurrección.
«No vamos a mantener nada fuera de nuestro arsenal.»
El Departamento de Justicia ha presentado 55 casos criminales sobre eventos esta semana, dijo Sherwin, algunos antes de la fecha del asalto del miércoles a la sede del gobierno, incluyendo la detención del líder de los Proud Boys de extrema derecha Enrique Tarrio el lunes.
Sherwin dijo repetidamente que no se descartaría a ningún sospechoso en los disturbios del miércoles, incluso cuando se le preguntó si esto podría incluir a la policía del Capitolio que pudo haber sido cómplice o al propio Trump por instar a los manifestantes a marchar en el Capitolio en una manifestación el miércoles.
«Estamos viendo a todos los actores aquí y a cualquiera que haya tenido un papel, y la evidencia se ajusta a los elementos de un crimen, se les va a acusar».
El allanamiento obligó a los miembros del Congreso que estaban en el proceso de certificar la victoria electoral del presidente electo Joe Biden para evacuar las cámaras durante varias horas.
La policía del Capitolio de los Estados Unidos dijo que habían arrestado a 14 sospechosos de participar en los disturbios, la mayoría acusados de entrada ilegal, mientras que el Departamento de Policía Metropolitana hizo al menos 68 arrestos.
Gran parte de los saqueos y disturbios fueron captados en videos y fotos que se hicieron virales en las redes sociales, y el FBI ha estado pidiendo al público que envíe consejos para ayudar a identificar y localizar a los sospechosos.
El FBI también está tomando la iniciativa en una investigación sobre dos bombas de tubo que fueron recuperadas de la sede de los comités nacionales republicanos y demócratas.
Los investigadores del FBI estaban llamando a las puertas alrededor de Capitol Hill pidiendo videos de seguridad en el hogar, dijo Charles Allen, un concejal para el vecindario.
Algunas de las personas que fueron arrestadas por cargos menores como la entrada ilegal o la violación del toque de queda de la ciudad aparecieron en el Tribunal Superior del Distrito de Columbia el jueves, y se les ordenó no regresar a la ciudad a menos que estuviera relacionada con su caso criminal.
Mientras tanto, Sherwin dijo que su oficina estaba presentando 15 casos criminales en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos el jueves.
En un caso, un hombre fue acusado de entrar a sabiendas en un edificio restringido, asalto a un oficial federal y entrada violenta a los terrenos del Capitolio.
Un oficial de la policía del Capitolio dijo en los documentos de carga que estaba tratando de formar una barricada con otros oficiales en el lado del Senado cuando el hombre intentó empujar y luego le dio un puñetazo.
Si bien se espera que aumente el número de personas arrestadas, las cifras iniciales reportadas por la policía de Washington, D.C. palidecó en comparación con las más de 300 detenidas tras las protestas del 1 de junio en Washington por la muerte de George Floyd, un hombre negro, a manos de un oficial de policía blanco en Minneapolis.
En esa protesta, la policía y los agentes federales dispararon botes de humo, granadas y balas de goma para llevar a los manifestantes más lejos de la Casa Blanca, lo que permitió a Trump caminar a través de Lafayette Square y sostener una Biblia frente a la histórica Iglesia de San Juan.
Los agentes de la ley fueron severamente criticados por ser demasiado agresivos en Lafayette Square. La Policía del Capitolio se enfrenta ahora a preguntas sobre por qué no hicieron más para asegurar el edificio del Capitolio.
Informes de Sarah N. Lynch; informes adicionales de Makini Brice, Daphne Psaledakis, Brad Heath y Doina Chiacu; Edición de Scott Malone, Jonathan Oatis, Sonya Hepinstall y Grant McCool.
