Este mundo es de locos. Hace una semana escuché en las noticias que se había subastado por un millón de dólares un comic que en su día costó diez centavos. Eso sí, era el primer número y solo quedan en el mundo unos pocos. Así que animo a aquellos que los tengan que los vendan.
Con los nombres de dominio pasa un tanto de lo mismo. Hay empresas que por tener una mejor relación con los consumidores son capaces de pagar hasta tres millones de dólares. Hay quienes opina que las empresas tienden a utilizar los nombres de dominio como términos de búsqueda, pues ¿quién introduce directamente la URL de un website? Puedo afirmar de forma categórica que nadie o casi nadie. Todos lo hacemos a través de nuestro buscador preferido.
Lo cierto es que tener un nombre genérico como dominio nos hará posicionarnos mejor. Imaginaros tener registrado el dominio www.abogados.es. Cuando un usuario introduzca el término en el buscador, saldremos los primeros. Para otras cosas están los metatags. Además, el consumidor tendrá a dicha web como referente en el sector de la abogacía. Y sin nada de gastos en posicionamiento. Naturalidad ante todo, faltaría más.
Un nombre de dominio dice tanto de la empresa que lo tiene, que su acertada elección podrá influir muy mucho en los resultados que pretendamos obtener a través de la Red. Es una ardua labor. En primer lugar habrá que comprobar que el nombre de dominio no está registrado. Hay muchos agentes registrantes, por lo que no voy a recomendar ninguno, aunque tenga mis preferencias. Una vez lo tengamos, sería conveniente comprobar que dicho nombre no está ya registrado como marca, nombre comercial, etc., pues nos podría acarrear más de un problema a no tan largo plazo. O tal vez, si no está registrado como marca o nombre comercial, pero ya existe el dominio, tal vez puedas hacerlo a la inversa. Si es esto lo que estás pensando, párate. Es necesario poseer derechos previos, acreditar que el nombre de dominio es usado con carácter especulativo o abusivo, y que puede creas confusión con la marca o nombre comercial registrado. Y, como siempre ocurre, que haya mala fe. Y para casos, los de 20minutos.es, dunlop.es, y otros tanto, resueltos por el Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI.
