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15/10/2024. 11:50:53
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Proffesor Richard Susskind, author, ‘The End of Lawyers’

“Las comunidades de usuarios jurídicos se desarrollarán pese a que es posible que las comunidades de abogados no lo hagan”

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¿Cómo serán los abogados de 2020? ¿Qué papel ha de jugar la profesión en el futuro? Quien no se adapte a los tiempos venideros, ¿no saldrá en la foto? ¿Es consciente el abogado actual de la importancia que tiene formar parte de una comunidad? Estas preguntas y otras tienen respuestas de la mano del consultor Richard Susskind. Este británico, buen conocedor del sector legal en general y de la abogacía en particular, nos acerca al futuro que le espera a la profesión en la próxima década.

Richard Susskind.

¿Cómo y a qué ritmo se va a seguir transformando la figura del abogado?

La figura del abogado va a transformarse creo que de forma radical a lo largo de los próximos 5 a 10 años; no será en los próximos 5 a 10 meses, no es un cambio a corto plazo sino a lo largo de una década, en 2020 los abogados practicarán el Derecho de forma muy diferente a como lo hacen hoy, las herramientas que utilizan, el modo en que están en contacto con los clientes, se comunican con ellos, también los documentos que redacten, todos los aspectos de los servicios jurídicos serán bastante distintos dentro de diez años.

¿Cree que la abogacía española se va a desenvolver al mismo ritmo que la europea?

Es probable que la abogacía española evolucione al mismo ritmo que la mayoría de las abogacías de los países avanzados e industrializados de Europa; los españoles hacen frente a las mismas presiones, la banca, las entidades financieras por lo general han estado sometidas a una enorme presión; la construcción y otras industrias también han tenido recientemente experiencias traumáticas y la abogacía tendrá que adaptarse en consonancia pero opino que en España veremos el mismo ritmo de evolución en cuanto a desarrollo de servicios jurídicos se refiere que estamos viendo en Reino Unido, Canadá y muchos otros países de Europa continental.

La distancia entre el abogado y el cliente, ¿es la correcta o ha de acortarse más?

Es importante que los abogados se acerquen a sus clientes. Es importante que los asesores generen confianza, que los abogados no sean percibidos como individuos distantes, alguien difícil de acceder sino como alguien que está realmente cerca de la persona que está siendo asesorada, alguien con quien tener una relación cálida, una relación de confianza, una relación evidentemente basada en la profesionalidad pero también basada en la comprensión de las circunstancias particulares de cada clientes concreto.

7 de cada 10 españoles no acuden al abogado por su elevado precio, según un estudio reciente. ¿Cómo va a poder la profesión dinamizar el mercado?

El problema es que muchas personas que necesitan ayuda jurídica, que se beneficiarían de asesoramiento jurídico, simplemente no pueden costearse un abogado tal y como funcionan en la actualidad. En mi opinión esto supone un reto enorme para los abogados de España y de otros países. Tenemos que encontrar modos de bajar el precio de nuestros servicios y creo que es posible hacerlo adoptando el uso de la tecnología de la información de formas diversas y también estandarizando e incluso sistematizando gran parte del trabajo que solía realizarse de forma muy artesanal. Para la abogacía es absolutamente vital llegar a todos los sectores de la sociedad.

Usted ha dicho que "los sistemas jurídicos están bajo presión". ¿A qué tipo de presión se refería?

El ejercicio de la abogacía en todo el mundo está bajo tres o cuatro amenazas y presiones. La primera es lo que yo llamo el reto "más por menos", cómo consiguen los abogados prestar más servicios jurídicos a un precio menor. La segunda es la presión para dejar atrás el modo artesanal de crear soluciones legales y avanzar hacia una cierta comoditización de los servicios jurídicos para que sean más asequibles. El tercer reto consiste en adoptar la tecnología de la información del mismo modo en que otros sectores e industrias han utilizado la IT en su propio beneficio y en el de sus usuarios. Y la cuarta presión, aplicable en algunos pero no en todos los sistemas jurídicos, es la presión procedente de la liberalización y la desregulación. Lo hemos visto en Inglaterra y en mi opinión se verá en el resto del mundo jurídico. Lo que ocurrirá es que agentes que no son abogados ni despachos muy pronto podrán participar en la prestación de servicios jurídicos, la prestación de servicios jurídicos dejará de ser el monopolio de los abogados.

Las tecnologías, ¿han de ser el quicio sobre el que todo gire?

Es igualmente importante que los abogados mantengan relaciones con sus clientes sólidas, cálidas y basadas en la confianza. Ningún grado de computerización puede sustituir dichas relaciones por lo que los abogados, cuando miren al futuro, deberán encontrar formas de ser más eficientes, en las que el trabajo sea rutinario, pero sin olvidarse de mantener esa calidez y profundidad en la relación que da a los clientes la confianza que necesitan.

La orientación jurídica online, ¿es el futuro inmediato o debe ser el presente continuo?

Creo que tendrá que pasar una década antes de que el servicio jurídico online sea la opción predominante. En EEUU legalzoom.com es la compañía jurídica más conocida en todo el país. ¿En qué consiste? Se trata de un sistema que permite a individuos y a pequeñas empresas el acceso online a documentos jurídicos. Ahora bien, creo que en España pasarán al menos 10 años antes de que este tipo de sistema se utilice de forma extendida. Muchos abogados dicen que este sistema es una gran amenaza para nosotros. Yo digo lo contrario. Creo que los abogados serán quienes tengan que desarrollar estos sistemas.

El éxito de los despachos, ¿será proporcional a la relación que mantengan con los proveedores de tecnología e infraestructuras?

En el futuro los despachos tendrán que construir relaciones sólidas con una variedad de proveedores externos. Los proveedores externos proporcionan la infraestructura, la tecnología básica de la que dependen muchos despachos. Si en los despachos se elimina el correo electrónico, los sistemas de contabilidad y los procesadores de texto, el negocio no puede funcionar. Por tanto es absolutamente crucial que los despachos desarrollen sólidas relaciones laborales con sus proveedores de tecnología. Pero va más allá de esto ya que los despachos dependen cada vez más no sólo de proveedores de tecnología sino también de proveedores de información y de conocimiento, editores y otros especialistas en cultura jurídica que ofrecen su información y orientación de forma electrónica. En la mayoría de despachos veremos redes de trabajo con relaciones muy estrechas, suministradores de servicios especializados que ayudarán a los abogados a prestar un servicio ITB moderno en el futuro.

Las comunidades legales, ¿pueden llegar a funcionar o el abogado, por su recelo profesional, no querrá compartir la información?

Uno de los avances más espectaculares en el mundo online han sido las comunidades online, el software social, las redes sociales, Facebook, Twitter, Myspace, LinkedIn. ¿Cuál es el papel de estos sistemas en el Derecho? He pensando mucho sobre esto. Mis primeras ideas fueron bueno, ¿por qué no podrían los despachos unirse y colaborar, compartir sus documentos, compartir entre ellos sus ideas? Y si fueran los clientes los que se juntan formando comunidades. ¿Por qué no podrían conectarse, establecer comunidades y compartir sus propias ideas y experiencias acerca de los problemas jurídicos que tienen? Las comunidades de usuarios jurídicos se desarrollarán pese a que es posible que las comunidades de abogados no lo hagan.

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