Casi de manera inevitable, en el mundo legal las palabras conflicto y litigio parecen ir de la mano. Por eso surge la Ley 5/2012 de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles, que supone el consecuente desarrollo que la Directiva 2008/52/CE requería en dicha materia.
Suena bien, ¿cómo puedo ser mediador?
Un punto fundamental que la Ley 5/2012 desarrolla es el de la necesidad de formación especializada del mediador, que se materializa según el Real Decreto 980/2013, en la obligación de realizar un curso homologado de al menos 100 horas de duración, con un mínimo del 35 por ciento de carga práctica e instrucción específica en materia de comunicación, técnicas de negociación y aspectos jurídicos de la mediación. Salvo disposición en contrario recogida en la respectiva legislación autonómica, el futuro mediador podrá provenir tanto de titulaciones universitarias como de formación profesional superior y acceder a un Registro de Mediadores, en principio potestativo, aunque será imperativo cuando se trate de mediadores concursales (los cuales además tendrán que ser Administradores Concursales).
Pero, ¿es posible hoy en día vivir en exclusiva de la mediación?
No obstante, pese a todos los beneficios que su ejercicio ofrece (menor impacto patrimonial, temporal e incluso moral) la mediación sigue sin contar con un ejercicio significativo en nuestro país; en parte, debido a que la cultura latina tiende por lo general a juridificar el conflicto en contraposición a la práctica anglosajona, donde la mediación lleva practicándose desde mediados del siglo pasado. También, por el gran desconocimiento de las posibilidades que esta puede brindar y no contar además con la obligatoriedad de una sesión informativa dentro del proceso judicial, como ocurre por ejemplo en Italia donde ha tenido lugar un gran auge desde su inclusión.
Si bien actualmente estamos ante sus primeros pasos, no cabe duda de que la mediación en España constituye en la actualidad una prestación de gran importancia en la carta de servicios que un Despacho puede ofrecer al público.