- Lecciones aprendidas durante la pandemia y propósito de enmienda
La pandemia provocada por el coronavirus ha dejado patente una sensación de vulnerabilidad generalizada. Más allá de que prácticamente ningún sistema sanitario estaba suficientemente preparado para a un reto de estas dimensiones y todos se han visto desbordados por los acontecimientos vividos, la gestión de la sanidad durante una pandemia ha puesto a prueba la calidad y bondad de todo el Sistema Nacional de Salud, y ha permitido detectar y conocer sus fortalezas y debilidades. De repente la crisis nos ha abierto los ojos, y obliga a recomponer el modelo, porque el nuestro adolece de numerosas ineficiencias y descoordinaciones que conviene poner de manifiesto además de proponer vías de solución para tratar que el sistema en su conjunto sea lo más adecuado posible para proteger la salud.
En La protección de la salud: la necesidad de recomposición del sistema (Thomson Reuters), tras un prólogo jurídico a cargo de Prof. Sempere Navarro, y un prólogo sanitario realizado por el Doctor Belda Iniesta, se afrontan en cuatro capítulos otros tantos retos. El primero de ellos, titulado “El origen de la cuestión: la conformación del modelo”, pretende saber de dónde venimos para poder saber a dónde vamos o queremos ir. A partir del artículo 43 de la Constitución de 1978 se expone la conformación del modelo sanitario en España destacando que una de las características esenciales del Sistema Nacional de Salud es la descentralización de las competencias, que se ejercen por las distintas Administraciones autonómicas. El resultado de esta “foto” es que el Estado y las Comunidades Autónomas han desarrollado sus modelos sin que el resultado final tenga armonía, pero, sobre todo, sin que se aprecie la existencia de elementos comunes que permitan tener una mínima visión de conjunto que propicie el funcionamiento armónico de los diferentes sistemas. Además, se constata que la prevención, la salud pública en general, ha sido la gran olvidada del SNS.
En el segundo, titulado «La evolución del modelo de gestión de sanidad. Balance del modelo», se realiza un exhaustivo y metódico análisis de datos, que da lugar a algunas conclusiones evidentes: el sistema está y ha estado «infra-financiado» y muy alejado de las ratios de otros países de nuestro entorno; en orden a tener una información completa que permita adoptar mejor las decisiones se hace imprescindible un funcionamiento en red de la asistencia sanitaria; el sistema ha ignorado de forma patente la salud pública y se sustenta en una cuestionable política de recursos humanos basada en grandes cotas de interinidad, eventualidad y, en general, de empleo precario.
En el tercero, “La emergencia sanitaria de la Covid 19. Las referencias esenciales del modelo de gestión y de ordenación: la crisis del sistema”, se analizan las medidas impuestas y establecidas por el conjunto de los actores que han intervenido en la subvención de la crisis. El análisis nos sitúa ante un sistema fracturado y fraccionado, con ausencia de referencias comunes. Un sistema que, además no mantenía su nivel de crecimiento ni de incremento económico que le permitiera una subsistencia asistencial razonable y, finalmente, un sistema que no crece ni en nivel infraestructural ni el nivel de personal, sino que mantiene sus esquemas de los últimos tiempos con un mayor nivel de inestabilidad y de rotación en las formas asistenciales que, ciertamente, merma su eficacia.
Finalmente, en el cuarto, denominado “La proyección del sistema de salud: algunas reflexiones sobre el camino a seguir”, se proponen distintas ideas y claves para la reformulación del modelo sanitario. Es patente la necesidad de una reformulación global centrada en la salud en su conjunto y no en la reparación de la salud individual. La crisis nos ha hecho aprender que la información, la prevención, la vigilancia, las alertas, la investigación son esenciales para que el sistema reparador tenga una eficacia real y, sobre todo, inmediata. También la necesidad de reconfigurar la asistencia primaria, de valorar con datos objetivos y sin prejuicios ni sesgos la colaboración público-privada, etc.
