Ya sabemos lo importante o imprescindible que es para los profesionales de hoy en día dominar el idioma inglés: nos permite acceder a mejores trabajos, nos diferencia de otros candidatos, nos ayuda a aumentar nuestras retribuciones y estamos obligados a utilizarlo en nuestro día a día.
Pero, ¿qué incidencia tiene dominar el idioma inglés en nuestra marca personal?
Vamos a recordar dos definiciones de marca personal
"La marca personal, en inglés Personal Branding, es un concepto de desarrollo personal que apareció en EEUU a finales de los 90 ideado por Tom Peters. Surgió como una técnica para la búsqueda de trabajo y considera a algunas personas como una marca, que al igual que las marcas comerciales, debe ser trabajada, transmitida y protegida, con ánimo de diferenciarse y conseguir mayor éxito en las relaciones sociales y profesionales."
En una definición más visual podríamos decir:
"Tu marca personal es "la imagen mental" que los otros tienen sobre ti. Es la suma total de valores, talentos y acciones que los demás asocian contigo automáticamente".
¿Que nos llama la atención o valoramos de la marca personal de un profesional?
Si nos centramos en los talentos que vamos a comunicar a los demás podemos hablar de conocimientos y habilidades de nuestra profesión e incluso de nuestras aficiones. El dominio de los idiomas es transversal a todas ellas.
Pero este talento conseguido con mayor o menor esfuerzo va más allá de un conocimiento profesional, significa algo más.
En un país donde el nivel de inglés de los profesionales es todavía muy mejorable ¿como valoramos en los demás el conocimiento de un idioma como el inglés?
Sin dudarlo, con admiración, asombro, entusiasmo y por qué no decirlo envidia sana.
La RAE define el verbo admirar como:
"Ver, contemplar o considerar con estima o agrado especiales a alguien o algo que llaman la atención por cualidades juzgadas como extraordinarias."
Cuando asistimos a una conferencia o presentación y el speaker comienza su speech valoramos su actitud en el discurso, la fluidez, la seguridad al hablar y su pronunciación. Pensamos que son personas que han sido capaces de superar las barreras que impiden a la mayoría de profesionales dominar el idioma.
Por contra, ¿cómo reaccionamos cuando oímos a alguien que no habla o pronuncia correctamente?
Podemos hablar de bromas, chistes y risas. Actitudes por otro lado muy injustas que se agravan por la falta de conocimiento del que se atreve a juzgar a los demás tan ligeramente.
Todos tenemos en nuestra mente ejemplos de errores de personalidades del mundo económico y político de nuestro país. En estos casos hablar la lengua de Shakespeare no es una opción sino una obligación.
Hablar inglés en un entorno profesional no significa solamente cumplir con un requisito imprescindible para poder desarrollar nuestra profesión sino que influye de manera determinante en cómo nos perciben los demás y esta imagen está unida indefectiblemente a nuestra marca personal.
Y como vale más una imagen que mil palabras, este me parece un buen ejemplo de dominio del idioma inglés.
Inglés para Trabajar en colaboración con Barton Consultants