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25/04/2024. 13:02:21

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Por qué los abogados evitan los ebooks (y por qué no deberían)

¿Te has fijado en que la mayoría de los abogados suelen andar siempre cargados de manuales y carpetas en sus manos?

Habitualmente acceden a información de consulta fuera de su despacho, y a menudo, lo hacen en movimiento. Éstas podrían ser dos buenas razones de peso para identificarles como usuarios asiduos de libros electrónicos. Sin embargo, ni por asomo se encuentran estos recursos digitales entre su repertorio de imprescindibles. El por qué es el tema que aquí nos ocupa, y nuestro objetivo es ofrecer un nuevo punto de visto acerca de la utilidad de los eBooks para el ejercicio profesional. Porque, además, los lectores son buenos conocedores del volumen y del peso físico de los textos legales, algunos sustituyen así las pesas de los gimnasios… La realidad a día de hoy, recién entrados en 2022, es que la mayoría de las firmas españolas de abogados no han incorporado aún el uso de los eBooks en su práctica laboral. Ya se sabe que mal de muchos, consuelo de… porque son herramientas que tenemos al alcance de todos y podemos aprovechar.

Vamos a dar un paso más hacia la digitalización. A continuación, además de conocer las razones más comunes del rechazo por el e-formato, también vamos a descubrir las ventajas de su uso en el entorno profesional.   

Rechazo tipo: «Soy fiel al libro tradicional»

La mayoría de los abogados estudiaron, aprendieron y se iniciaron en la práctica jurídica con los manuales y códigos impresos que aún conservan en sus despachos, algunos incluso heredados de sus familias. Han estado acostumbrados a manejar sus copias con sus propias marcas y señas. Muchos hasta logran que se abra de forma inmediata por las páginas de lectura más frecuente. Forman parte de su ritual, y el hecho de deshacerse del tacto y olor de estos libros que guían sus decisiones lleva asociado un sentimiento que no se limita a los abogados, sino a todos los lectores que hemos crecido con libros en las manos. El libro aporta una experiencia sensorial que no se puede comparar a la pantalla. Por esta razón, hay que tomar lo bueno de cada soporte, y no renunciar a nada. En el despacho seguirán siendo útiles los manuales en papel, con sus notas y post-it con recordatorios personales.  

En el caso de una investigación o trabajo analítico, el libro físico es práctico, permite alternar entre las secciones con agilidad e ir y volver para echar un vistazo rápido. Cierto, ahora bien, ¿qué ganamos si además usamos el eBook? De entrada, podremos ser más flexibles y a más medios prácticos, más posibilidades de enriquecer nuestros conocimientos. Con el eBook tenemos la facilidad de acceder a una consulta en cualquier momento y en cualquier lugar.  Pensemos por ejemplo, en las siguientes circunstancias:

  • Durante un viaje necesitamos realizar una consulta. Si llevamos un eBook podemos resolver, y no sólo consultar un código o manual, sino en varios, en todos los que tengamos descargados. No necesitamos siquiera, tener cobertura.
  • Usamos tablet, portátil, ordenador de sobremesa… No hay problema con lo que consultemos en el eBook, nos permite sincronizar entre distintos dispositivos para disponer de las notas en todos.
  • Estamos realizando una investigación profunda con bases de datos. Si usamos eBook, podemos establecer comunicación entre éstas y nuestras notas con enlaces internos. Útil, ¿verdad?

 Aunque ya hemos tanteado el tema que ocupa el segundo tipo de rechazo, vamos a plantearlo más a fondo:

Rechazo tipo: «No puedo realizar una investigación jurídica valiéndome de libros electrónicos»

Los que suelen ser reacios al formato digital no suelen interesarse por conocer cómo funciona y cómo ha evolucionado. A veces imaginan una pantalla con páginas de texto en la que se desplazan con una barra vertical y listo. Por ello creen que los eBooks están bien para lectores de novelas que viajan en tren, para lecturas cortas, relatos o manuales para pasar ratos en la playa, en el campo, etc. En definitiva, piensan que es para una lectura lineal, y no para la investigación. Sin embargo, esto es un error y más que en la temática o tipo de lectura, en este punto, debemos fijarnos en el sistema de lector electrónico que usemos. En el mercado existen muchos, y antes de descartar definitivamente el uso del eBook para trabajar porque no nos haya convencido alguno, debemos analizar qué lector podemos escoger según el uso que le vayamos a dar.

¿Qué necesitaría hacer un abogado con un eBook?

Entre otras: organizar documentación, tomar notas, clasificar información, revisar con facilidad algunas secciones mantener todo controlado aunque cambie de dispositivo y de ubicación (despacho, tribunales, casa, estaciones…).

Seguramente te gustará saber que existen ya en el mercado lectores de libros electrónicos para profesionales que contemplan estas funciones. Una de sus peculiaridades es el tamaño de su pantalla, más grande de lo habitual, y permiten, entre otras, digitalizar documentos, resaltar notas, y editar con stylus. Esto ya no es sólo leer en pantalla, ¿verdad? Existen los lectores electrónicos desarrollados específicamente para los profesionales legales y puede ser un buen aliado.

El eReader profesional permite la interacción con el contenido del eBook, incluso de una forma muy parecida a como se trabaja con un libro tradicional.

Funciones de un eReader profesional:

  • Tomar notas.
  • Resaltar texto con codificación por colores.
  • Imprimir secciones.
  • Acceso a libros electrónicos sin conexión a Internet.

Si usamos el eReader profesional en los medios digitales, podemos además:

  • Acceder a los mismos libros electrónicos en varios dispositivos.
  • Sincronizar y transferir notas, aspectos destacados y marcadores a otros dispositivos y a nuevas ediciones de libros electrónicos.
  • Hacer búsquedas de manera más eficaz (en varios títulos a la vez o por palabras o frases).
  • Enlazar a Internet contenido u otros eBooks con solo un clic.
  • Compartir archivos o enlaces de un eBook de forma ágil.

Por tanto, la mejor opción pasa por utilizar simultáneamente los libros en papel y los eBooks con un buen lector profesional que se adapte a nuestras necesidades. Lo mejor es dejarse asesorar por un técnico informático que conozca bien tu trabajo. Con toda seguridad podemos disponer de todos los textos legales en versión electrónica. Es una buena forma de ser más operativos en cualquier parte y a cualquier hora. Si además eres de los que apuestan por el teletrabajo, el eBook es un gran aliado.

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