1957, el satélite Sputnik era lanzado al espacio en lo que iba a ser la primera etapa de una carrera espacial que terminaría con lo que hoy todo el mundo conoce con un término tan sencillo y a la vez tan complejo como Internet.
Mucho ha llovido desde entonces y muchos más satélites vuelan ahora sobre nuestras cabezas para que simplemente alguien como yo, pueda contarle algo a alguien como tú, sin importar el tiempo ni el espacio. Y aunque suene a ciencia ficción ya estamos en 2015 e Internet ya no es la novedad, sino lo que podemos hacer con él.
En regreso al futuro, Marty McFly nos trasladaba a un 2015 con coches y patinetes voladores (algo que vemos todavía como imposible), pero también nos enseñaba un futuro con videollamadas, realidad virtual, anteojos inteligentes o la tablet, tecnologías que tenemos hoy a nuestro alcance.
Pero, ¿y en el mundo de los negocios y las ventas? ¿Cómo ha afectado Internet? ¿Qué podemos hacer con Internet?
Tras el boom de las ".com" en el año 2000, muchos negocios tradicionales veían en Internet un principal competidor y una gran amenaza, pero la realidad es muy distinta, y aquellas empresas que han sabido conjugar ambos entornos y adaptarse a la web han encontrado un apoyo en el comercio Online, un negocio en crecimiento y expansión y que prevé un aumento de las ventas por este canal superior al 10% en 2015 en España.
Gracias a Internet el comercio ha evolucionado muchísimo y ahora podemos comprar desde una pizza del bar de debajo de tu casa hasta un móvil en una tienda de Alemania que importa productos "Made in China". Además, estas compras suelen ir siempre ligadas a promociones especiales, con precios más baratos y envíos a la misma puerta de tu casa.
Pero no es oro todo lo que reluce, y ya no vale simplemente con crear tu propia página web en la que vender tus productos u ofrecer y promocionar tus servicios, ahora el aumento de iniciativas en este sector hace que sea necesario seguir ciertas pautas para tener éxito:
- Tener en cuenta al usuario: el usuario del mundo web no se comporta de la misma manera que el cliente físico. En primer lugar debes conocer bien al cliente, cómo se comporta, qué necesidades tiene, y ofrecer una atención personalizada y cuidada. Esto se aplica para todo, desde un despacho de abogados que ofrece servicios web donde conocer a tu usuario te permitirá conseguir más clientes potenciales, hasta una tienda de recambios para bicicletas. En ambos casos existe una dependencia ante la ausencia del contacto cara a cara y cada página y cada texto deben ser el mejor de los dependientes.
- El contenido: Es muy importante que el producto que vendes se vea y se entienda. En una tienda física tienes la posibilidad de tocar el producto, en el caso de una tienda online ésta es la principal diferencia. De ahí la importancia de mantener y ofrecer una imagen limpia, clara y ordenada de la información, que pasa por ofrecer una descripción, una categorización y una imagen de tus productos adecuada. Esto, aplicado a un mercado legal donde lo que se vende es algo más intangible, como lo es un servicio, el contenido puede apoyarse y reforzarse en otros medios audiovisuales como videos explicativos breves.
- El diseño: como consumidor jamás entraría en una tienda que tuviera los productos tirados por el suelo, los precios mezclados, los productos mal ordenados, un olor desagradable… en la tienda online el diseño es una pieza clave a la hora de mantener tanto al usuario como al contenido en armonía. En el mundo legal, una página web funciona como un escaparate del despacho, la imagen y la forma de organizar la información y orientar al usuario en la navegación son un reflejo del trato al cliente, que como ya he dicho, debe tenerse siempre en cuenta.
Con todo esto sólo quiero haceros pensar si, en el caso de que tengáis una página corporativa de vuestro negocio, como profesionales sois conscientes del impacto que pueden tener los pequeños detalles en la web. Queda sobredicho que Internet es una fuente infinita de posibilidades, siempre existen blogs y entradas donde podréis encontrar mucha más información y cursos de formación que os ayudarán a mejorar como profesionales en el mundo digital.
Por mi parte, deciros que como profesional de Thomson Reuters creo firmemente en que el usuario es el principal protagonista de la web, y por ello estamos tratando de aplicar todos estos consejos en las diferentes páginas que gestionamos. El último de ellos ha sido en la tienda online Aranzadi, donde hemos llevado a cabo un rediseño de la página principal, el menú de navegación y las páginas de producto intermedias, todo orientado a ofrecer la información de una manera más ordenada, clara, precisa y limpia.
Como conclusión final os dejo con una frase de Walt Disney: "Hagas lo que hagas, hazlo tan bien para que vuelvan y además traigan a sus amigos".
