
“La persona es un valor por si misma”
Max Scheler
La reflexión sobre la mediación y los valores resulta esencial, y puede tener diferentes enfoques, entre oros: los valores que promueve la mediación, o la presencia de los valores de las partes en el proceso de mediación.
La mediación, como metodología adecuada para la resolución de conflictos, promueve múltiples valores tanto directamente a las partes participantes en el proceso, o a las organizaciones y comunidades que median como a la sociedad en la base de la práctica de una cultura de paz. De entre los diferentes valores consustanciales a la mediación podemos destacar la responsabilidad, la humanidad, la integridad, la generosidad, la autonomía, la aceptación, el compromiso, la inteligencia o la eficacia. Estos son solo algunos entre otros muchos, de los que nos ocuparemos en posteriores entradas de este blog.
En este post nos vamos a centrar en la reflexión sobre los valores de las partes y su sentido a lo largo del proceso de mediación como motor del cambio que toda resolución de conflictos conlleva.
Durante el proceso de mediación, desde un enfoque motivacional, entender los valores de las partes participantes resulta esencial para los mediadores, en la consecución del éxito del mismo. Las situaciones de conflicto y las conductas derivadas de las mismas, a menudo suelen contradecir los valores de las partes o de alguna de ellas, especialmente a largo plazo. Este hecho, como afirma Michael Rokeach (1973), la percepción por las personas de las contradicciones existentes entre sus valores y su conducta pueden tener un gran impacto en la misma.
Siguiendo esta hipótesis, para Miller y Rollnick (2013) entender los valores de las personas, (en nuestro caso entender los valores de las partes en el proceso de mediación), resulta de gran utilidad especialmente para:
- Identificar qué es lo más importante para ellas, en el contexto de la mediación para cada una de las partes en conflicto.
- Explorar las motivaciones de las personas para el cambio, que en el ámbito del conflicto podríamos formular como las motivaciones de las partes en la búsqueda de una solución al conflicto.
- Y en la búsqueda de soluciones, o acuerdos en el ámbito de la mediación, analizar cuales son los más compatibles con las partes.
Para ello, a lo largo de las entrevistas de mediación puede realizarse un diálogo específico para la exploración de valores, con estrategias más abiertas u otras más estructuradas. Entre estas últimas señalamos con Miller y Rollnick la propuesta realizada por el ya citado Rockeach, que realizó una clasificación de 36 valores que guían la conducta, sobre las cuales propone una estrategia para que las personas (en nuestro caso las partes en el proceso de mediación) puedan ordenarlas en función de las que consideran más importantes como valores vitales, las que están presentes en el proceso de mediación o las que consideran que deberían estar. Sobre esta base existen multitud de propuestas sobre diferentes listados de valores más o menos completos o adaptados culturalmente. En el día de la mediación celebramos entre otros, el privilegio de trabajar con los valores de las personas y poder celebrar como Alicia en el País de las Maravillas: “He visto muchísimas veces un gato sin sonrisa, ¡Pero una sonrisa sin gato!¡Es la cosa más rara que he visto en mi vida!”