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25/04/2024. 04:18:32

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¿Es importante obtener información de los testigos antes del interrogatorio?

Abogado. Experto en habilidades profesionales
@oscarleon_abog
Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla

 La preparación de los interrogatorios relativos a la práctica de la prueba testifical es un una cuestión de suma relevancia para el abogado. No obstante, los abogados tenemos la tendencia a preparar los interrogatorios privilegiando el factor del conocimiento que el testigo tiene respecto de los hechos controvertidos sobre cualquier otro relacionado con la persona del cliente.  Esto, en cierta medida es lógico, puesto que de lo que se trata es de saber si su testimonio  será o no útil a nuestra defensa, y esta es una cuestión primordial al tratar con los testigos.

Sin embargo, no podemos permitir que el árbol nos impide ver el bosque, y olvidar que existe un factor determinante en el desarrollo de toda prueba testifical: la credibilidad del testigo.

Efectivamente, con ello nos referimos a que, con independencia de lo que sabe el testigo, es preciso conocer quién y cómo es el que sabe, puesto que para extraer del testigo su conocimiento real sobre los hechos controvertidos, el abogado tendrá primero que abordar la difícil tarea de evaluar los factores subjetivos inherentes a su persona y, a continuación, decidir si interrogará o no y, en su caso, cuáles serán las estrategias para atravesar dicha barrera y alcanzar el testimonio interesado.  De hecho, no podemos olvidar que los objetivos de todo interrogatorio se centran en acreditar/desacreditar al testigo y/o acreditar/desacreditar su testimonio.

Sentada esta idea, cuando me enfrento a cualquier interrogatorio, procuro informarme de las circunstancias del testigo relativas a su relación con los hechos, sus posibles causas de parcialidad, sus intereses reales en el procedimiento y, finalmente, sobre su personalidad.

La cuestión es, ¿y cómo consigo esa información? Pues, naturalmente, a través del cliente, quien lógicamente tendrá un elevado conocimiento de aquellas personas vinculadas a los hechos debatidos y que normalmente suelen ser las propuestas por las partes como testigos, peritos, etc. En estos casos, normalmente contacto con el cliente y le pido que me informe sobre la forma de ser de los testigos, sin son introvertidos o extrovertidos, humildes o arrogantes, conversadores o callados, fríos o apasionados, honestos o falsos, agresivos o pacíficos, etc…, petición ésta a la que los clientes suelen prestar mucha atención llevando a cabo un trabajo de información serio y completo cuya ejecución, curiosamente, fortalece la confianza y fidelización del cliente, al implicarse en el asunto y comprobar que su abogado se preocupa por estos factores. Igualmente, podemos emplear las redes sociales, que en muchas ocasiones nos sorprenderán con una información que nos será de utilidad durante el interrogatorio.

Como botón de muestra a continuación os transcribo algunos comentarios (naturalmente adaptados) que me pasó el representante de una empresa en relación con los clientes de un asunto de daños por responsabilidad extracontractual en el sector constructivo, datos que, dicho sea de paso, me fueron de gran utilidad y eficacia.

SEÑOR A: Es una persona sencilla, encargado de profesión, de trato sólo aparentemente tosco. Una persona bastante buena y bien considerada en el pueblo. El clásico hombre de pueblo que todo el mundo confía en él, del que nadie expresa ningún tipo de maledicencia.

SEÑOR B:  Es persona seria y formada a la que se le puede hablar claramente de los objetivos que se persiguen con su declaración, para que quede claro y acreditado su participación en este tema.  Transmite seriedad y confianza.

SEÑOR C:   Es una persona que he conocido poco, pero por lo que me cuentan hay que tener mucho cuidado con ella, porque bajo su aspecto de “buena gente y amable”, se esconde una doble personalidad que es capaz de engañar y traicionar a sus mejores amigos por tres duros.

SEÑOR D: Es una pieza de mucho cuidado con aspecto de “bobo” pero sabiendo mucho. Es capaz de mentir sin que se le note.  Habilidoso y amable en el trato pero hay que tener mucho cuidado con él. Aparenta “dulzura y tiene aspecto de aniñado”.  Vamos un lobo con piel de cordero.

SEÑOR E: Este es posible que se ponga nervioso en el interrogatorio cuando se le hagan preguntas comprometedoras. Parece ser que es un hombre inseguro de sí mismo, y bastante incompetente en su profesión. Aspecto desgarbilado y un poco despistado.

SEÑOR D:   No conozco de nada a este individuo. Creo que tiene una actitud  prepotente y chulesca.  Ya lo veras.

¿Qué os parece?,  ¿ayuda o no saber esto de los testigos?, ¿es lo mismo sin saber estos datos que desconocerlos?, ¿tendré con ello base para ser más abierto o cauteloso; más directo o indirecto; más agresivo o suave, etc…?

En definitiva, creo que un buen abogado litigante está obligado a conocer todos los factores personales posibles de los testigos, pues con dicha información tendrá los elementos de juicio necesarios para poder saber: primero,  si debe preguntar; segundo, que debe preguntar y tercero, cómo hacerlo, requisitos que en su conjunto conducirán a un interrogatorio eficaz.

Para concluir, me remito a la ficha del testigo que se incluye en el post https://www.legaltoday.com/opinion/blogs/transversal/blog-abogado-litigante/la-ficha-del-testigo-una-herramienta-clave-para-el-interrogatorio-2021-03-04/  y en la que podremos recoger toda la información obtenida del testigo.

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