En los últimos años se ha experimentado una rápida evolución en la presencia de mujeres en las áreas de compliance.
Estamos en un momento en el que las mujeres están tomando el control de los roles de mando y están llenando los espacios vacíos en el mercado laboral. Hoy en día, y teniendo en cuenta la evolución que las áreas de Compliance están sufriendo en las empresas, más que nunca la figura del Chief Compliance Officer (CCO) es una oportunidad para aquellas que quieran ostentar cargos en estas funciones, cada vez más demandados por las empresas.
El área de compliance demanda profesionales formados y competentes y es una baza para aquellas mujeres que deseen aprovechar la oportunidad que se les ofrece. Los datos que facilita ASCOM[1] indican que “abundan los perfiles femeninos en esta área y destacan por su brillante desempeño”. Es, por tanto, una oportunidad de reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres y la paridad.
Es una importante herramienta para la igualdad porque puede ayudar a garantizar que las empresas cumplan con las leyes y regulaciones que protegen a los trabajadores de la discriminación. También puede ayudar a las organizaciones a identificar y abordar potenciales prácticas de desigualdad en el lugar de trabajo.
A todo lo anterior se añaden las nuevas formas de prestación de servicios profesionales. Exigen una menor presencia física y una mayor flexibilidad de horarios, fomentando la conciliación, así como nuevas formas de realización del trabajo, que suponen ahorros de tiempo y mayor eficiencia. Todo ello permitirá un acceso a las empresas en condiciones de mayor igualdad, al eliminar muchos sesgos o condicionantes que afectan a la contratación de mujeres.
El género, en ningún caso, debería ser un factor a considerar a la hora de seleccionar a una persona para cubrir un puesto, ya que las habilidades y capacidades necesarias para el puesto son iguales para hombres y mujeres. De hecho, hoy en día una práctica en uso en las técnicas de selección es la gestión de CV ciegos.
En este sentido, los avances logrados en España, en materia de igualdad, han sido evidentes. Tal y como revela el indicador del EIGE[2], somos el sexto país con mayores índices de igualdad entre hombres y mujeres de la Unión Europea, casi seis puntos por encima de la media europea.
Aunque la implantación de planes de igualdad ya era requisito obligatorio para empresas de más de 150 empleados, en marzo del presente año entró en vigor la obligación para las pymes de más de 50 trabajadores.
En este sentido, una empresa que cumpla con este requisito legal garantiza igualdades retributivas, procesos internos que aseguran la igualdad de oportunidades y la conciliación familiar. Es importante recordar que la implantación de un plan de igualdad reporta suculentas ventajas para la organización tales como: mejora del clima laboral, ayuda a la retención del talento, mejora la productividad y reducción del absentismo, acceso a ayudas y subvenciones, acceso a la contratación con el sector público, entre otras.
A modo de conclusión, podríamos destacar que: las mujeres compliance están ocupando cada vez más puestos de alta dirección. Están involucradas en su comunidad y están buscando la manera de mejorar sus habilidades. Esto demuestra que las mujeres son una fuerza que ya se está teniendo en cuenta en el mundo de compliance.
En UHY Fay & Co, el equipo de Compliance lo formamos un equipo de mujeres experto y especializado en poner al servicio de cliente la detección de riesgos legales y la mejora de los procedimientos de control interno de sus empresas, reduciendo la posibilidad de incumplimiento de las distintas normativas.
Autoras: Natalia Cordero, Marta Molina y Lidia Bermúdez
[1] Asociación Española de compliance
[2] Instituto Europeo de Igualdad de Género
