Los testamentos que se realizan en notarías de forma genérica sin especificar adjudicaciones concretas, pueden crear grandes conflictos entre los familiares del difunto o beneficiarios de la masa hereditaria.
La inmensa mayoría de personas que acuden a un notario a redactar un testamento, lo hacen por su propia cuenta, sin detenerse en exceso a recibir asesoramiento sobre las diferentes posibilidades que el ordenamiento jurídico ofrece para hacer una distribución concreta de los bienes, o bien incluso para nombrar una persona que pueda encargarse de hacer la distribución, administración o incluso partición de los bienes relictos.
Dentro de las posibilidades que podemos encontrar en los genéricos testamentos notariales, podemos encontrar varias posibilidades, como pueden ser:
- Dejar todos los bienes al cónyuge y a los hijos lo que por legítima les corresponda.
- Nombrar herederos a los hijos, y dejar al cónyuge el usufructo de la totalidad o parte de la herencia.
- En el caso de no haber cónyuge ni hijos, nombrar herederos a los sobrinos a partes iguales sin más mención a los bienes concretos o forma de hacer la repartición.
Pues bien, existen infinidad de posibilidades para dejar un testamento redactado de forma genérica sin especificar formas concretas de distribución o adjudicación de bienes.
Entendemos bajo nuestro punto de vista, que son mucho menos conflictivos los testamentos que hacen atribución concreta de bienes mediante legados o cualquier otra figura jurídica, y que reparten de forma pormenorizada, y en la medida en que ello sea posible, todos los bienes entre los beneficiarios de una herencia. De esta forma, se resta posibilidad de decisión a los propios herederos, dejando atado al máximo el destino de la masa hereditaria. Lógicamente la posibilidad de conflictos entre los diferentes beneficiarios de la herencia, queda reducida drásticamente.
Los abogados especialistas en herencias de Campo & Cavia, tenemos una ideas claras a la hora de redactar un testamento por parte de un cliente que requiere dicho servicio:
1. Por una parte, evitar dichos testamentos genéricos en la medida de lo posible, adjudicando los bienes concretos a los diferentes herederos.
2. Igualmente, las legítimas hereditarias que son obligatorias, se pagan con unos importes concretos o bien designando unos bienes del causante, que cubran el mínimo que legalmente deben tener (En Cataluña es ¼ pate de los bienes aproximadamente).
3. Evitar adjudicar en la medida de lo posible, el usufructo de un bien a un heredero y la nuda propiedad a otro, haciendo que el nudo propietario no pueda disponer del bien que ha heredado en concepto de nuda propiedad.
4. Y lógicamente, también dentro de lo posible, respetar la igualdad entre los herederos, ya que en ocasiones resulta difícil atribuir bienes que sean idénticos en valor. Se estudia entonces las posibles compensaciones económicas en el caso de que unos bienes tengan diferente valor.
5. Igualmente, evitar la atribución de bienes total al cónyuge, haciendo que en un futuro, tenga que haber otra herencia a los hijos, lo que hace que pueda existir una gravosa doble tributación por el doble cambio de titularidad de los bienes.
Todos los principios comentados, están siempre encaminados a evitar futuros problemas entre los herederos. A mayor concreción en la forma de distribuir los bienes en el testamento, menor grado de posibilidades de conflicto o de interpretación errónea de la voluntad del causante.
Es bien sabido que hasta en las familias más unidas, puede haber susceptibilidades e interpretaciones interesadas sobre quién recibe más o quién recibe menos. Evitar dichos conflictos, tiene fácil solución. Simplemente hay que dar una vuelta de tuerca a los genéricos testamentos notariales y asesorarse bien con Abogados especialistas en sucesiones, para posteriormente acudir a Notaría a protocolizar el testamento una vez se tengan claros todos los conceptos.
