¿Quién no conoce hoy YouTube? Hace tan solo cuatro años no lo conocía nadie, entre otras cosas porque no existía. Hoy, sin embargo, está tan arraigado en nuestras vidas cibernéticas que parece existir desde antes de todos los tiempos.
Antes de 2005, quien quisiera compartir un video con un amigo, solo tenía el email como medio para hacerlo, lo que era inviable debido al peso de los archivos de audio y video. La solución era sencilla: crear una plataforma donde subirlos y poder verlos en tiempo real. Sencilla pero solo dos personas la llevaron a cabo, y hoy día se ríen del mundo después de la venta multimillonaria que hicieron por su idea.
Hay tantos videos en YouTube que resultaría imposible verlos en una vida, más videos que libros han existido nunca, y solo en cuatro años. Es increíble. Tan increíble como que los aviones vuelen, aunque me digan que es pura física. Increíble porque el crecimiento es exponencial, a un ritmo de unas 12 horas de vídeo por minuto, lo que supone que, en un breve plazo de tiempo, dicho portal contendrá la mayor hemeroteca de vídeos que jamás haya existido, donde todos, y digo TODOS, tendremos nuestro "minuto de gloria" que los sabios dicen que tendremos a lo largo de la humanidad (esto es cierto, pues hace poco descubrieron el cuerpo congelado de un hombre de la época en la que algunos aun andaban a cuatro patas). En el futuro, nuestros descendientes podrán investigar nuestras vidas, la de cada uno de nosotros, a través de YouTube.
YouTube nació con la finalidad de compartir, de colaboración entre usuarios. Pero como ya hemos dicho en otros posts, las redes sociales, en la que YouTube tiene uno de sus máximos exponentes (aunque ahora todos crean que es Facebook), es una herramienta de bastante valor para las empresas, donde pueden promocionarse, captar clientes y, lo más importante, es una fuente de ingresos.
Como dijo Rupert Murdoch, "La competencia yo no será entre grandes y pequeños, sino entre rápidos y lentos". Conozco el caso de empresas, pequeñas ellas, que de cara al exterior parecen grandes. ¿Cómo han conseguido esa imagen? Pues siendo más rápido que su competencia en usar las Nuevas Tecnologías.
A principios del siglo decimonónico se llevó a cabo una revolución social. Costó muchos años de luchas y esfuerzos para conseguir el Estado Democrático que todos conocemos. Internet, sin embargo, solo ha necesitado unos pocos años, cambiando las reglas del juego conocidas. De hecho, Internet es de naturaleza democrática y permite que cualquier persona que tenga una idea brillante y una estrategia de negocio que la respalde, pueda crear un producto o un servicio y venderlo en todo el mundo. El valor añadido será la velocidad y la respuesta a la demanda del consumidor.
Hoy día Internet no es una opción, es una necesidad. Muchos ya no se ven trabajando sin Internet. El otro día me decía un compañero que no podía trabajar porque se le había caído la Red. Su base de datos era on line, y la gran mayoría de las comunicaciones las hacía por email. Lógicamente no podía trabajar.
Hace diez años muchos pensaban que con el teléfono fijo tenían más que suficiente para atender llamadas, y que el móvil lo único que te aportaba es ser esclavo del teléfono. Hoy día hasta mi abuela tiene móvil. Todos somos reacios a las innovaciones, unos más que otros, pero al final nos acostumbramos, las introducimos en nuestras vidas, y ya no queremos sacarlas de ellas. ¿Cuántos no hemos pensado que cómo vamos a hacer un viaje sin móvil? ¿Y si ocurre algo? En breve tiempo, lo mismo ocurrirá con Internet, sobre todo porque se puede ver desde el móvil.
Felices vacaciones a todos los compañeros que terminen hoy, y recordad. Apagad los móviles en verano, que las necesidades, tal como se crean, se quitan. Rico es el que menos necesita.
