Las medidas fiscales que adoptan los distintos poderes públicos han de ser conocidas, es bueno. El cálculo de propaganda en torno al interés político relacionado con una determinada medida fiscal es prescindible, quizás inocuo, pero a veces obsceno.
La evolución del tratamiento fiscal de las herencias y donaciones de padres a hijos, sujetas al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, en las distintas Comunidades Autónomas merece un estudio socio-político.
La no tributación en los territorios forales desde siempre supuso una primera "oleada" de efecto frontera: en cuanto las Comunidades Autónomas "más limítrofes" tuvieron esa posibilidad normativa, directamente procedieron a la supresión -práctica- del impuesto (así, La Rioja y Cantabria). Era absurdo e inasumible que los ciudadanos "se fuesen a morir al otro lado del río", al otro lado de la frontera administrativa… Absurdo, que no ilegítimo; he tenido la ocasión de defender por escrito, y con vehemencia, la libertad de circulación en la vertiente más drástica, la relativa a "irme a vivir con mi hija en Pamplona los últimos años de mi vida y ahorrarle a mis herederos un montón de dinero en impuestos" (así en torno a un caso jurisprudencial muy significativo).
Luego el debate fue más "digamos" ideológico, que ni siquiera, quizás sólo partidario; teóricamente las Comunidades Autónomas más de derechas estaban por la "supresión del impuesto" y ahí Madrid como bandera. Otras, más enganchadas al dogma de la redistribución de la renta y la riqueza, dizque tan justo y progresista en su plasmación en el ISyD, optaban por reducciones controladas, para las herencias "más bajas".
En una tercera fase, ya repartido el papel del "impacto ante la opinión pública", las que faltaban fueron adaptándose a uno u otro modelo.
Hete aquí, que donde yo vivo llevamos meses viendo en prensa una fantástica campaña sobre lo magníficos que son nuestros representantes -de izquierdas, creo-, que hacen bandera de cargarse el dogma de la redistribución de la renta y la riqueza -como si fueran lo más de derechas-. ¡¡Ahora es bueno, y progresista, que no se pague el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones!!
La parcial reducción del ISyD en Galicia ha ido por fases… cuando Manuel Fraga comprometió la supresión del impuesto en campaña electoral hace un montón de años, muchos ciudadanos se lo tomaron al pie de la letra y lo consideraron ley, negándose a pagar el impuesto. Luego resultó que sólo se suprimió para el Grupo I, herencias de menores de 21 años.
¿Saben Vdes. que en el mismo momento se redujo insignificantemente el ISyD y se subió el IAJD -lo que se paga cuando escrituras una hipoteca, por ej.-, con un cálculo que presupuestariamente alguien, en público, reconoció como equivalente?
Recuerdo aquello y hoy me indigno: sustituyen un impuesto absurdo por otro "unos muy de derechas". Y con muchísimos detractores; yo recuerdo haber preguntado de mil formas, ¿alguien en su sano juicio puede afirmar que un chaval de 19 años cuyos padres se mueren "se enriquece" porque hereda los ahorros que sus padres tenían en una cuenta para pagarle los estudios?
Y años después "nos venden el descubrimiento de la penicilina fiscal otros muy de izquierdas". Y al final, todo es un juego de imagen y de apariencia; publicidad fiscal obscena: ninguna reflexión sobre justicia tributaria, sólo conveniencia política coyuntural.
