CAMPAMENTO BASTION, Afganistán (Reuters) – El primer ministro británico, David Cameron, de visita sorpresa en Afganistán, dijo que las tropas podrían empezar a retirarse del país ya el próximo año.
En una conferencia en Lisboa el mes pasado, los líderes de la OTAN acordaron cumplir el calendario del presidente afgano, Hamid Karzai, para que las tropas extranjeras pusieran fin a las operaciones de combate en Afganistán a finales de 2014. Algunos líderes de Estados Unidos y la OTAN han advertido de que el plazo podría alargarse a 2015.
Eso ha colocado en el centro de atención la preparación de los aproximadamente 260.000 policías y soldados de Afganistán para asumir la tarea de manos de las fuerzas extranjeras.
Tanto Cameron como el jefe de las fuerzas armadas británicas, el general David Richards, pintaron un panorama optimista sobre los avances logrados en la formación del Ejército afgano.
Los comandantes de Estados Unidos y la OTAN han estado hablando de progresos de las fuerzas afganas, aunque otros reconocen que hay problemas con el entrenamiento, equipos y tasas de retención entre las fuerzas afganas y que podría ser difícil cumplir un objetivo de 306.000 fuerzas afganas para octubre de 2011.
Tanto Cameron como Richards dijeron que la mejora de las condiciones podrían permitir que las tropas británicas empezaran a retirarse el próximo año. Cameron ha defendido enérgicamente su fecha tope de no tener tropas británicas en operaciones de combate en 2015.
Reino Unido tiene unos 9.500 efectivos en Afganistán, la mayoría de las cuales están en Helmand, donde apenas estaban desplegados hasta que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó el pasado diciembre el envío de 30.000 tropas adicionales a Afganistán, las últimas de las cuales llegaron en agosto.
Obama revisará este mes su estrategia de guerra en Afganistán, donde las víctimas civiles y militares están en sus mayores niveles desde que los talibanes fueron derrocados en 2001 pese a la presencia de unas 150.000 tropas extranjeras.
Las tropas británicas han podido concentrarse en áreas más pequeñas y estratégicas de Helmand desde que llegaron las tropas adicionales de Estados Unidos, según responsables.
Al menos 346 efectivos británicos han muerto en Afganistán desde 2001, casi un tercio de ellos este año.
Las tasas de mortalidad entre las tropas extranjeras han aumentado drásticamente, sobre todo en el sur y este, desde julio de 2009, ante el aumento de las operaciones de las fuerzas lideradas por la OTAN contra los insurgentes liderados por los talibanes.
