Un maliense condenado en Mauritania por su papel en el secuestro de los tres cooperantes españoles retenidos por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y liberados el lunes ha desaparecido después de que ser extraditado recientemente a su país natal, dijo el martes una fuente militar.
Omar Sid Ahmed Ould Hamma, alias Omar el Saharaui, fue trasladado a Mali este mes en lo que los analistas han dicho que podría ser parte del acuerdo para la liberación de Albert Vilalta y Roque Pascual, que el martes de madrugada volvieron a España tras casi nueve meses secuestrados en el desierto. Su compañera Alicia Gámez había sido puesta en libertad en marzo.
"No puede ser localizado", dijo una fuente militar maliense, que pidió no ser identificada.
La fuente dijo que El Saharaui había sido trasladado inicialmente a la base conocida como el Servicio Nacional de la Juventud (SNJ), en Bamako, en el oeste del país, pero que ahora no se encontraba ahí.
El Ministerio de Justicia no quiso hacer comentarios, y destacó que ya no está encargado del asunto.
Según medios malienses, se ha pagado un rescate de cinco millones de euros para liberar a los rehenes, aunque mediadores de Burkina Faso, que ayudó a lograr su liberación, han negado estas noticias. Las autoridades españolas no han querido comentar este extremo.
AQMI y otros grupos vinculados con los islamistas han llevado a cabo una oleada de secuestros en el último año, obteniendo millones de dólares en el pago de rescates, según analistas.
Además ha logrado la puesta en libertad de algunos de sus combatientes detenidos en países de la zona a cambio de los rehenes occidentales, lo que ha desatado la protesta de otros como Argelia y Mauritania, que han pedido una actitud más dura contra los islamistas.
El pasado mes, una operación conjunta francomauritana no logró liberar al rehén francés de 78 años Michel Germaneau, que fue ejecutado posteriormente por Al Qaeda en el norte de África.
VUELTA A CASA
Vilalta y Pascual aterrizaron hacia las 01:30 horas en el aeropuerto barcelonés de El Prat, donde se reunieron con sus familias, amigos y colegas, incluida Alicia Gámez.
"Es un gran día para Roque y para mí. Es un día realmente importante para nosotros porque fuimos secuestrados por nueve meses en condiciones duras, pero ahora estamos libres. Estoy muy feliz", dijo Vilalta a la prensa en el aeropuerto.
"Nos han tratado de una manera correcta (…) Hemos vivido como ellos viven, comíamos lo mismo que ellos, dormíamos como ellos lo hacían. Pero fue muy duro en medio del desierto, ellos estaban acostumbrados, pero nosotros no", agregó.
Vilalta se apoyaba en una muleta, recuperándose de la herida producida en el momento del secuestro, el 29 de noviembre del año pasado, cuando unos hombres armados detuvieron su vehículo, el último de una caravana de la ONG Acció Solidaria, en una carretera mauritana y capturaron a los tres cooperantes.
"Nos consta que el Gobierno español ha hecho un esfuerzo diplomático importante en todos los países de la zona. Nos sentimos muy orgullosos de nuestro gobierno", añadió Vilalta en catalán.
Ambos habían sido recibidos en Burkina Faso por el presidente del país, Blaise Compaoré, que jugó un papel clave en los esfuerzos para poner fin a secuestros previos.
Al Qaeda en el Magreb Islámico, surgido del movimiento salafista argelino, ha dicho que España es uno de sus objetivos por ser aliado de Estados Unidos y miembro de la OTAN. Desde Argelia ha ido desplazando sus ataques hacia el sur, y el año pasado mató al rehén británico Edwin Dyer después de que Londres se negara a aceptar sus demandas.
Los analistas creen que es una organización más oportunista que ideológica, al recaudar fondos de los secuestros y participar en el narcotráfico. Argelia, Mali, Mauritania y Níger están intentando mejorar su cooperación para actuar contra un grupo que podría suponer una amenaza para las inversiones petroleras y minerales en la región.