MADRID (Reuters) – El tercero de los juicios a los que se enfrenta Baltasar Garzón en el Tribunal Supremo está más cerca de celebrarse, después de que el juez instructor Manuel Marchena haya detectado indicios de un delito de cohecho impropio por los pagos recibidos por unos cursos que impartió en Nueva York, informó el viernes el alto tribunal.
El magistrado español de mayor relevancia internacional, de 56 años, podría ser apartado de la carrera judicial si es condenado por cualquiera de los tres procesos que tiene abiertos.
Garzón está a la espera de conocer la sentencia por ordenar las escuchas en prisión de los presuntos cabecillas de la trama de corrupción Gürtel con varios abogados. Además, el martes declara en el segundo de los juicios, que investiga si que se excedió en su investigación sobre los crímenes del franquismo.
Con el auto de transformación en procedimiento abreviado, dictado el viernes, el proceso de instrucción llega casi a su fin. El juez Marchena ha dado un plazo a las partes para que pidan el sobreseimiento, alguna prueba complementaria o presenten el escrito de acusación, preámbulo de la apertura de juicio oral.
El juez está siendo investigado para determinar si se benefició económicamente del patrocinio del Banco Santander a los cursos que impartió durante el año en ejerció la docencia en una universidad de Nueva York. El magistrado lo ha negado.
Garzón saltó a la fama mundial en 1998, cuando trató de extraditar al dictador chileno Augusto Pinochet desde Reino Unido, y desde entonces se ha convertido en un paladín de las investigaciones sobre violaciones de los derechos humanos en el mundo, lo que ha añadido controversia a un personaje que en España desata odios y pasiones [ID:nL6E8CK22Y].
Tras ser apartado provisionalmente de su puesto como juez instructor de la Audiencia Nacional hace casi dos años, Garzón se marchó al extranjero – ha trabajado para la Corte Penal Internacional y ahora lo hace para la Organización de Estados Americanos en Colombia.
