PARÍS (Reuters) – El presidente francés, François Hollande, ha prometido impulsar reformas en casa al tiempo que presionará para que la UE haga cambios, afirmando que el triunfo de la extrema derecha mostraba que los votantes creían que Europa no les estaba protegiendo.

En un discurso televisado al país un día después de que el Frente Nacional, antieuropeísta y contrario a la inmigración, ganara por primera vez unas elecciones a nivel nacional, Hollande dijo que se trataba de un "voto de desconfianza hacia Europa".
En respuesta, dirá a los dirigentes de la UE en una reunión el martes por la noche en Bruselas que deben centrarse en el crecimiento, el empleo y la inversión, no en la austeridad.
"Europa se ha vuelto indescifrable, distante, básicamente incomprensible, incluso para los gobiernos. Esto no puede continuar", dijo Hollande en un mensaje corto difundido en televisión tras la sonora derrota electoral de los socialistas.
Hollande afirmó que el Gobierno no cambiaría sus planes pese a la derrota y seguiría adelante con sus reformas económicas, sociales y territoriales.
"Soy europeo, es mi obligación reformar Francia y volver a centrarnos en Europa", dijo, añadiendo que Europa "debería retirarse de áreas donde no es necesaria".
El primer ministro, Manuel Valls, había prometido anteriormente más bajadas de impuestos,
pero dijo que Francia seguiría realizando los recortes presupuestarios
necesarios para situar el déficit público dentro de los límites de la
UE. En una muestra de potenciales enfrentamientos, los más
izquierdistas en las filas socialistas dijeron que las elecciones
reivindicaban su oposición a los recortes.
Hollande dijo que había hablado por teléfonos con dirigentes de
la UE como la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente del
Gobierno español, Mariano Rajoy, y el italiano Matteo Renzi, dijo su oficina, en un momento en el que la UE afronta un importante dilema político sobre qué curso tomar.