MADRID (Reuters) – El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, declaró el lunes que no desea que el municipio tarraconense de Ascó acoja el Almacén Temporal Centralizado de residuos nucleares, y se decantó porque otros territorios sean «solidarios».
"Conviene también que otros territorios que sólo son consumidores de energía, pero que no tienen instalaciones de estas características, las puedan tener, por aquello de la cohesión y la solidaridad, de la que a veces tanto se habla", declaró el presidente catalán en una entrevista en Antena 3.
La ubicación del cementerio nuclear, cuyo plazo para presentar candidaturas acaba el 30 de enero, ha generado polémica y ha dividido a partidos políticos y administraciones locales y autonómicas.
El Ayuntamiento tarraconense de Ascó, que ya cuenta con una central nuclear, ha convocado un pleno el martes para debatir si presenta su candidatura a albergar el almacén, como ya hizo la localidad alcarreña de Yebra.
La Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares (AMAC) afirmó que sólo dos de sus municipios asociados habían convocado plenos para presentar sus candidaturas – Ascó y Yebra – y el organismo celebrará una asamblea el día 27 para respaldar al municipio manchego – y también al catalán si finalmente decide optar al almacén.
Dos ayuntamientos de la provincia de Segovia, Bernuy de Porreros y de Campo de San Pedro, anunciaron este fin de semana que no se postularán, por la controversia que ha despertado el proyecto.
SOLIDARIDAD
"No queremos un almacén nuclear en Ascó", declaró Montilla en Antena 3, recordando que su comunidad tiene centrales que producen el 40% de la energía nuclear de toda España.
"Se tiene que ubicar allí donde pueda haber consenso social y territorial y eso no se da en Cataluña en estos momentos", manifestó, instando a territorios "que solo consumen y no producen nada" a que sean solidarios.
Este fin de semana, se celebraron en Ascó manifestaciones a favor y en contra del cementerio nuclear.
Las estimaciones indican que se generarán unas 6.700 toneladas de combustible gastado y otros residuos que se destinarán a la nueva instalación, que estará en vigor durante un periodo de 60 años, según los datos recogidos en el BOE en diciembre de 2009, donde se convoca la selección de municipios.
Durante la construcción del almacén, que costará 540 millones de euros y ocupará unas 20 hectáreas, se crearán 300 empleos, y un centenar se conservarán durante su vida útil, según las estimaciones de Enresa, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica recomendó a España en 2008 que acelerara los esfuerzos por encontrar un emplazamiento construido a propósito para almacenar estos residuos nucleares.
