BRUSELAS/MADRID (Reuters) – El expresidente catalán Carles Puigdemont pidió el martes en Bruselas garantías jurídicas para volver a Cataluña, afirmando que no pretendía pedir asilo para eludir los cargos de sedición y rebelión que se barajan contra él.
En una multitudinaria rueda de prensa en la capital europea, donde Puigdemont contrató el lunes un representante legal, el presidente cesado dijo que la querella de la fiscalía contra él no se sustentaba jurídicamente y era parte de la "ofensiva sin precedentes" del Gobierno español en Cataluña.
"No queremos escapar a nuestras responsabilidades ante la Justicia, pero queremos garantías", dijo Puigdemont en rueda de prensa, negando que estuviera en la capital belga para solicitar asilo.
"(Nueve miembros del Govern) nos hemos desplazado a Bruselas para poner de manifiesto el problema catalán en el corazón de Europa y denunciar la politización de la justicia española y su ausencia de parcialidad (..) y también para mostrar al mundo el grave déficit democrático en el estado español", añadió el dirigente independentista.
Puigdemont aseguró que asume el "reto democrático" que suponen las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, convocadas el viernes pasado dentro de las medidas de intervención estatal en la región, y pidió al Gobierno español que respete el resultado, sea cual sea.
"Siempre que haya unas urnas, allí nos encontrarán", dijo el dirigente cesado.