MADRID (Reuters) – Ante los primeros avances registrados por el Gobierno en la reducción del déficit, la ministra de Economía, Elena Salgado, recordó el miércoles a las comunidades autónomas su obligación de compartir la política de austeridad y frenar el endeudamiento.
"Estamos haciendo los deberes, todavía nos quedan algunos, hay que continuar con el esfuerzo de austeridad compartido que a todas nos obliga, al Estado por supuesto, comunidades autónomas, ayuntamientos (…)". dijo Salgado en una entrevista con RNE, ante informaciones de que la región de Cataluña prepararía nuevas emisiones de deuda que podrían rebasar su déficit autorizado.
"Los acuerdos del consejo de política fiscal y financiera lo que nos dicen es que aquellas comunidades que tienen una situación de déficit superior a lo que entre todos hemos acordado (…) habrá que presentar un plan de reequilibrio financiero que sea suficiente", dijo la ministra.
Catalunya es una de las regiones más endeudadas en España. En los primeros nueve meses de 2010, su déficit público alcanzó el 1,7 por ciento del Producto Interior Bruto regional, pero podría haber rebasado el objetivo del 2,4 por ciento del PIB para el conjunto del año, según estimaciones en los medios.
El año pasado, la Generalitat lanzó bonos destinados a inversores minoristas por importe de 2.500 millones de euros y, según la prensa, prepara dos nuevos emisiones para el año en curso, que requerirían la autorización del Ministerio de Economía en caso de demostrarse que la región hubiera incumplido su objetivo de consolidación fiscal en 2010.
A principios de la semana, el presidente de Gobierno, José Luis Rodriguez Zapatero, advirtió a las regiones que el Gobierno central tomaría medidas en caso de que no cumplan con sus objetivos de déficit.
"Ninguna comunidad autónoma puede emitir deuda sin el respaldo y la autorización del gobierno central. Así que nosotros tenemos la llave", dijo Zapatero en una entrevista publicada por el diario británico Financial Times.
Actualmente las regiones suponen en torno a la mitad del gasto público en España, con una deuda que alcanzaba los 104.000 millones a septiembre de 2010.
