La Asamblea General de las Naciones Unidas votó el miércoles abrumadoramente para reprender a Rusia por invadir Ucrania y exigió que Moscú deje de luchar y retire sus fuerzas militares, una acción que tiene como objetivo aislar diplomáticamente a Rusia en el organismo mundial.
La resolución, apoyada por 141 de los 193 miembros de la asamblea, fue aprobada en una rara sesión de emergencia convocada por el Consejo de Seguridad de la ONU mientras las fuerzas ucranianas luchaban por defender el puerto de Kherson frente a los ataques aéreos y un devastador bombardeo que obligó a cientos de miles de personas a huir.
El texto de la resolución deplora la «agresión de Rusia contra Ucrania». La última vez que el Consejo de Seguridad convocó una sesión de emergencia de la Asamblea General fue en 1982, según el sitio web de la ONU.
Rusia se unió a Bielorrusia, que ha servido como plataforma de lanzamiento para las fuerzas de invasión rusas, Eritrea, Corea del Norte y Siria para votar en contra de la resolución. Treinta y cinco miembros, entre ellos China, se abstuvieron.
Si bien las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, tienen peso político, y la votación del miércoles representa una victoria simbólica para Ucrania y aumenta el aislamiento internacional de Moscú. Incluso el aliado tradicional de Rusia, Serbia, votó en contra.
«Como saben 141 Estados miembros de las Naciones Unidas, hay más en juego incluso que el conflicto en Ucrania. Esta es una amenaza para la seguridad de Europa y todo el orden basado en reglas», dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a los periodistas después de la votación.
La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, dijo a la asamblea que Rusia estaba a punto de intensificar la brutalidad de su ofensiva e instó a los miembros a responsabilizar a Moscú por sus violaciones del derecho internacional.
Citó videos de tropas rusas que trasladan armas pesadas a Ucrania, incluidas municiones de racimo y bombas de vacío, prohibidas por el derecho internacional.
«Este es un momento extraordinario», dijo. «Ahora, en más que en cualquier otro momento de la historia reciente, las Naciones Unidas están siendo desafiadas».
