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25/04/2024. 11:06:21

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Pilar Díaz-Varela Sanz Presidenta de la Fundación Gertrude Ryan

“En España, hay un enorme interés por el derecho americano”

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"En el sector del derecho de los negocios es indiscutible el liderazgo del derecho americano" "Queremos contar con los mejores especialistas, porque ésta es la única manera de dar valor a nuestra actividad fundacional" "Vivimos en la época del derecho uniforme, etapa preliminar del derecho global" "Lo verdaderamente relevante no es promover la preeminencia de un sistema jurídico sobre el otro, sino ponerlos a trabajar conjuntamente" "Una parte significativa de la evolución del derecho angloamericano del pasado siglo XX ha venido de la mano de juristas europeos emigrados a los Estados Unidos" "Los retos metodológicos de Bolonia pueden encontrar una respuesta adecuada si se analiza el fenómeno de la enseñanza del derecho en los Estados Unidos"

Pilar Díaz-Varela Sanz es Presidenta de la Fundación Gertrude Ryan, desde la que ha impulsado diversos proyectos académicos vinculados a la promoción del derecho americano y los derechos humanos. Díaz-Varela ha desarrollado su carrera profesional en diversos puestos de dirección en el área de tecnología y comunicación, en empresas multinacionales líderes en el sector, como Hewlett Packard, Compaq, Colt e Interoute. Es una firme defensora de la necesidad de unir los grandes sistemas jurídicos del mundo en torno a principios globales que permitan la consolidación de un nuevo derecho global.

En España, hay un enorme interés por el derecho americano

¿Cómo nace la Fundación Gertrude Ryan?

La Fundación nace por iniciativa de un donante anónimo, procedente del sector jurídico, que en un determinado momento de su carrera profesional percibe la necesidad de crear un foro permanente de encuentro entre juristas de los ámbitos angloamericano y europeo que contribuya a mejorar el conocimiento recíproco de sus respectivos sistemas jurídicos por medio de iniciativas docentes y de investigación. A esta inquietud se añade otra específica en el ámbito de los derechos humanos, cuya defensa también se erige como fuerza inspiradora de la Fundación. Nuestra labor, por lo tanto, tiene su origen en la generosidad e inspiración de nuestro donante y la Fundación no es sino el vehículo para canalizar dichas inquietudes.

 

¿Cuáles son sus actividades principales?

Dentro de sus dos líneas de actuación, la de derecho angloamericano y la relativa a los derechos humanos, la Fundación patrocina, organiza e impulsa actividades de distinta naturaleza. Hemos cerrado acuerdos de colaboración docente e investigadora con centros universitarios de prestigio, organizamos conferencias, cursos y seminarios especializados, encuentros de juristas, profesionales y estudiantes, desarrollamos labores de divulgación y de publicación de monografías, obras colectivas y revistas en nuestras áreas de especialización, colaboramos con medios de prensa y comunicación, ofrecemos información de valor a través de nuestra página web, cuya nueva versión, por cierto, está a punto de ver la luz, etc. En el ámbito particular del derecho angloamericano hemos creado, además, el Observatorio Jurídico de la Fundación (Gertrude Ryan Law Observatory), que es una pieza indispensable en nuestra estrategia fundacional.

 

¿Qué es el Gertrude Ryan Law Observatory? ¿Cuáles son sus fines?

El Observatorio Jurídico de la Fundación Gertrude Ryan tiene como objetivo analizar la evolución del sistema jurídico anglosajón y evaluar su influencia sobre otros sistemas jurídicos, particularmente los europeos. El Observatorio coordina una buena parte de las actividades de la Fundación, que acabo de mencionarle, pero, además, cuenta con un instrumento esencial, su equipo de analistas, Los analistas del Observatorio son académicos y profesionales del Derecho, provenientes de distintas partes del mundo, que cuentan con una formación y experiencia imprescindibles para impulsar las labores de investigación, docencia y divulgación que la Fundación se ha propuesto en el ámbito del derecho angloamericano. Queremos contar con los mejores especialistas, porque ésta es la única manera de dar valor a nuestra actividad fundacional. Sinceramente, estamos muy orgullosos de nuestros analistas y aspiramos a fortalecer su presencia en nuestra organización, dándoles la oportunidad de que encuentren en el Observatorio el medio ideal para desarrollar su actividad.

 

¿Llegará el derecho americano a tener una importancia decisiva en Europa?

El derecho anglosajón, en general, ya tiene una singular presencia entre nosotros como consecuencia de la pertenencia a la Unión Europea de países pertenecientes al ámbito del "common law", que marcan su impronta en la cada vez más numerosa legislación de producción comunitaria, a veces en un equilibrio difícil con las posiciones del llamado "derecho continental". Por otro lado, en el sector del derecho de los negocios es indiscutible el liderazgo que de forma directa o indirecta (a través de su asimilación en algunos ordenamientos jurídicos nacionales), tienen las construcciones no ya del derecho anglosajón, en sentido amplio, sino del derecho de impronta norteamericana en particular. Vivimos, por otro lado, en la época del derecho uniforme (trasunto preliminar del derecho global) y en este sector también es indiscutible la influencia jurídica angloamericana. En todo caso, lo importante no es tanto que un determinado sistema jurídico tenga mayor o menor relevancia que otro u otros, sino las oportunidades de innovación en los ordenamientos jurídicos que se derivan de la competencia entre sistemas jurídicos. La competencia es buena, casi siempre, y en el sector del Derecho también y, por tanto, creo que es bienvenida la presencia de instituciones, reglas y principios provenientes de otros sistemas jurídicos, en este caso el angloamericano, para incentivar la evolución de nuestros ordenamientos hacia posiciones más justas, equitativas y eficientes que den respuesta a las exigencias del siglo XXI.

 

¿Han encontrado en España un clima adecuado para la difusión del derecho americano?

Adecuado no, magnífico. La verdad es que hay un enorme interés por esta materia tanto en los ámbitos académicos como profesional y el Observatorio es, si se me permite la inmodestia, un instrumento que resultaba indispensable para canalizar todas esas inquietudes. El Observatorio es una institución única en España y queremos ser centro de referencia en todas las iniciativas que se desarrollen en este ámbito. Y para ello aspiramos a contar con la participación del cada vez más numeroso grupo de académicos y profesionales del Derecho que en España se interesan por el sistema jurídico angloamericano y su comparación con los sistemas europeos. Debo decirle, además, que en España ya hay una significativa representación de personas que se han formado en los Estados Unidos y que están contribuyendo a una divulgación de las virtualidades del derecho angloamericano. Muchos de ellos colaboran con nosotros.

 

¿Es posible afirmar que Estados Unidos lidera la ciencia jurídica del siglo XXI?

Contestar tajantemente a esta pregunta me resulta difícil, máxime cuando nos encontramos en un momento histórico en el que se está cuestionando el liderazgo de los Estados Unidos en su plena dimensión política, militar, diplomática, social y económica. Creo, no obstante, que con independencia de lo que resulte realmente de este debate, la influencia del derecho norteamericano siempre estará presente, particularmente en aquellos sectores en los que este derecho se ha demostrado como el más eficaz para solucionar problemas bien diversos. En todo caso, me gustaría insistir en lo que le dije antes acerca de la importancia de la comparación jurídica como medio de incentivar la competencia entre sistemas jurídicos con vistas a la obtención de soluciones globales más justas y eficientes. En este terreno, créame, el derecho angloamericano seguirá siendo un elemento de reflexión indispensable e insustituible. Por otro lado, y discúlpeme si me extiendo más de la cuenta, también puede evaluarse el liderazgo del derecho angloamericano en el marco del actual proyecto europeo de innovación docente, fruto del plan Bolonia, que plantea retos metodológicos muy exigentes, que pueden encontrar una respuesta adecuada si se analiza el fenómeno de la enseñanza del derecho en los Estados Unidos.

 

¿Por qué escogieron España como centro de sus actividades?

España es un país en el que la comparación jurídica ha contado con insignes representantes, pero, lamentablemente, nunca hemos alcanzado las cotas institucionales de otros países europeos de nuestro entorno en este ámbito. Nuestro país necesitaba un impulso sensible en este sector y nosotros, en nuestra condición de españoles, como no podía ser de otro modo, hemos apoyado la inspiración fundacional de centrar nuestra actividad en España. No obstante, somos ambiciosos en nuestros objetivos y no descartamos una ampliación geográfica de nuestra labor.

 

¿Con qué instituciones colaboran ahora?

Actualmente mantenemos acuerdos de colaboración con la Universidad de Navarra, la Universidad de Deusto y la Universidad San Pablo-CEU y estamos analizando la incorporación de otros centros académicos líderes en España y en los Estados Unidos. En el ámbito de los derechos humanos contamos además con la colaboración inestimable de Helsinki España-Human Dimension. En general, somos una institución abierta a todo tipo de colaboraciones de calidad y seguiremos buscando los mejores socios para desarrollar nuestra labor.

 

¿Qué puede aportar el derecho europeo al americano?

Yo le diría que tanto como lo que ha aportado hasta ahora, que es mucho. Tenga en cuenta que una parte significativa de la evolución del derecho angloamericano del pasado siglo XX ha venido de la mano de juristas europeos emigrados a los Estados Unidos. Y, en general, como ya le he comentado antes, lo verdaderamente relevante no es promover la preeminencia de un sistema jurídico sobre el otro, sino ponerlos a trabajar conjuntamente para que de la comparación entre ambos resulten reglas jurídicas más adecuadas a las exigencias de un siglo como el presente que se presenta retos ineludibles e inevitables. La Fundación Gertrude Ryan quiere aportar su grano de arena a este proyecto y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que el diálogo entre juristas angloamericanos y europeos de buenos resultados en este contexto.

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