Maria del Carmen Moya Sanabria nació en Sevilla el 10 de julio de 1948. Es licenciada en Derecho y miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla desde el 26 de octubre de 1972. Actualmente es miembro de la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Sevilla, siendo la única mujer que ostenta este cargo. Es consultora del despacho CMS Albiñana & Suárez de Lezo en Sevilla. Pionera en el sector legal, fue la primera mujer en ocupar el cargo de Vicedecana del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla (1997 – 2001), periodo que coincidió con la celebración en Sevilla del Congreso Internacional de la Abogacía y en cuya organización y celebración participó activamente.
Como especialista en Derecho Mercantil y de Sucesiones, Carmen Moya ejerce como secretaría del Consejo de Administración de la Clínica Esperanza de Triana S.A y del Centro Radiológico Computarizado S.A (CERCOSA) a las que ha asesorado desde el momento de su fundación.
Nada más finalizar la carrera, María del Carmen pasó a formar parte del despacho del abogado D.º Juan Moya García y desde entonces ha participado en importantes casos como el pleito de la Basílica del gran Poder, la compra de empresas como el "Horno de San Buenaventura S.A" y el Hospital infanta Luisa, antigua Cruz Roja de Triana por la sociedad "Clínica Esperanza de Triana S.A".
Además, ha sido profesora de Derecho del Trabajo en la Facultad de Empresariales de Sevilla, así como de la Escuela de Asistentes Sociales y ha participado en innumerables foros y conferencias relacionadas fundamentalmente con el Derecho Mercantil, Derecho de Sucesiones y Arbitraje.
Después de una trayectoria plagada de éxitos profesionales ¿Qué supone para usted formar parte de la Real Academia Sevillana de Legislación?
Un sueño, algo inesperado y en definitiva la culminación de una vida dedicada al derecho y en concreto al ejercicio de la abogacía.
Como letrada, podría explicarnos cuál ha sido la eclosión de la mujer en las profesiones jurídicas? ¿Por qué todavía no se encuentran en puestos de alta dirección de los despachos?
Es difícil de explicar, tengamos en cuenta que en Sevilla cuando yo me colegié en el año 1972 se contaban con los dedos de una mano las mujeres abogados. Indiscutiblemente el tema se ha ido desarrollando sin prisa pero sin pausa, el número hoy de mujeres abogados es importante y de hecho hay una mujer en Sevilla, María Pérez Galván, al frente de un gran despacho de familia, cual es Zarraluqui, y en lo personal y culminando mi carrera, hoy formo parte como Consultora en Sevilla de ese magnifico grupo de abogados que componen el despacho de CMS. Albiñana y Suárez de Lezo.
Cómo integrante de la Corte de Arbitraje de la Cámara de comercio de Sevilla ¿cómo ve el desarrollo de las soluciones extrajudiciales en nuestro país?
Con una progresión ascendente aunque lentamente, creo que con una gran proyección de futuro.
Las letradas que ahora se colegian se enfrentan a una realidad muy distinta a la que usted conoció en sus primeros años de ejercicio. ¿Cree que esta realidad es, en cualquier caso, mejor que hace treinta años o se ha perdido algo en el camino?
Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor, no lo creo aplicable a esta situación, estimo que en esta profesión como en otras muchas, la mujer en estos tiempos tiene más libertad de actuación y mucho más reconocimiento a su trabajo que cuando yo empecé.
Usted ha sido la primera mujer miembro de la Corte de Arbitraje de la Cámara de comercio y ahora en pertenecer a la Real Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia. Con ese currículum ¿cuál sería la siguiente meta profesional que desee realizar?
Lo más inmediato es hacer un discurso de entrada en la Academia, como mínimo, digno del honor que se me ha concedido, y el cual versará sobre el Arbitraje, aunando de este modo estos dos logros profesionales.
La crisis económica ha marcado un punto de inflexión para abogacía española ¿Cree necesario plantear una reestructuración en algunos aspectos de los despachos?
Por supuesto supone hacer hincapié, y trabajar en más facetas del derecho, que son bien distintas de las existentes en tiempo de bonanza y desarrollo económico.
Su carrera profesional se había desarrollado siempre en despacho familiar, en el de su padre, el prestigioso abogado Juan Moya García. En esta ocasión ¿Qué fue lo que motivó su elección por CMS Albiñana & Suárez de Lezo para continuar con el ejercicio de la Abogacía?
Sin genero de dudas, el cumplir un nuevo reto profesional, integrarme en un gran despacho colectivo como es CMS Albiñana & Suárez de Lezo que a la vez cumple con todos los requisitos de profesionalidad, trato individualizado, compañerismo y demás principios que aprendí y viví con mi padre, es decir, aunar y vivir el pasado con lo que para mi es el presente y el futuro del ejercicio profesional.
