Alberto Tornero Suárez es socio responsable del área de Empresas de Alto Crecimiento de PwC. Esta área de PwC fue creada hace más de diez años con el objetivo de trabajar con compañías españolas (Start Ups, Scale Ups, medianas empresas) que crecen rápido, así como grandes compañías e instituciones relacionadas con el ámbito de la innovación.
Además de su carrera en PwC, Alberto fue consejero delegado y director general de un grupo industrial y tecnológico de Madrid durante cuatro años. Autor y colaborador en numeroso artículos y publicaciones, es licenciado en Derecho por ICADE, MBA por ESADE y PDD por IESE. Profesor en varias escuelas de negocio (Instituto de Empresa, Escuela de Organización Industrial, ICADE), Alberto es ponente en diversos congresos relacionados con la tecnología, el crecimiento empresarial y la innovación. Tornero participa como ponente en el DataForum Justicia 24, que cuenta con la colaboración de Aranzadi LA LEY.
1.- Usted interviene como ponente en el DataForum Justicia 24, que se celebra entre el 11 y el 13 de noviembre. El ecosistema judicial está viviendo un clima de transformación digital. ¿Qué ventajas e inconvenientes conlleva el uso de las nuevas tecnologías en la justicia?
En los últimos años la Justicia ha experimentado un enorme incremento en el uso de la tecnología, reduciendo de esta forma la brecha que históricamente venida sufriendo. Obviamente hay mucho por hacer, pero creo que hoy por hoy podemos afirmar que la justicia se beneficia o sufre de las mismas ventajas e inconvenientes que cualquier otro ámbito de la sociedad, lo cual es una gran noticia.
2.- Con la llegada de la inteligencia artificial, ¿qué aspectos considera que se tienen que trabajar para mejorar el servicio digital de la Administración de Justicia?
Considero que aún es pronto para conocer en profundidad las posibles mejoras concretas que la inteligencia artificial puede implicar concretamente en el ámbito de la justicia. En mi opinión, esta nueva tecnología habrá sido realmente útil si cumple con tres objetivos concretos: ayudar a los tribunales a impartir justicia con más y mejores herramientas, optimizar la gestión de la administración y acercar al ciudadano a la justicia.
3.- La justicia enfocada al dato, ¿cómo entiende usted este concepto y cómo lo aplicaría en el ecosistema judicial?
Hoy en día es imposible entender cualquier proceso de mejora de cualquier entorno sin el uso de los datos. En el caso del ecosistema judicial, el análisis y uso de los datos deben ser empleado no sólo para una mejor gestión de la administración de justicia, sino especialmente en aquellos ámbitos que ayuden a que de forma efectiva podamos tener una sociedad más justa. Y en esto, los modelos predictivos pueden ser muy útiles, no sólo para impartir justicia de manera más eficaz, sino para tratar de anticiparnos a situaciones que eviten infracciones o delitos. Esto en mi opinión es aplicar los datos en su espectro más amplio.
4.- La IA está en constante evolución, sin embargo, son pocos los funcionarios que cuentan con la debida formación para usar correctamente esta tecnología. ¿Cómo podría solventarse este problema?
Hay muchos colectivos en la sociedad que aún no cuentan con la formación precisa para utilizar al máximo la IA. Son muy diversos los factores que influyen en esto, entre otros la evolución exponencial de esta tecnología. Dee esta forma, tanto en el ámbito de la función pública como en otros de nuestra sociedad, el conocimiento de la IA, de sus posibilidades, funcionalidades, riesgos y aplicaciones prácticas son un reto a nivel país.
5.- Las nuevas tecnologías están ayudando a cubrir tareas y eso ha llevado a prescindir de algunos trabajadores. ¿Habrá perfiles que serán sustituidos por la IA?
Venimos escuchando desde la irrupción de las tecnologías de la información hace ya varias décadas que éstas harán desaparecer muchos trabajos. Obviamente habrá que readaptar y generar procesos de actualización para aquellos trabajos que puedan no ser tan necesarios con el uso de la IA. Pero debemos esforzarnos en que sean sustituidas las funciones, no las personas. Si algo nos enseña la tecnología es que cuando se acaban antiguos trabajos siempre surgen nuevos. El reto está en hacer que todos nos adaptemos.
6.- La inteligencia artificial puede ser una herramienta clave para innovar los negocios. ¿Cuáles son las claves para utilizar esta tecnología para impulsar los modelos empresariales?
La clave en mi opinión es conocer muy bien las capacidades que permite la IA y cruzarlas con un conocimiento profundo del negocio. En mi experiencia trabajando en innovación y nuevos negocios he visto grandes proyectos pilotados con una carga muy fuerte de nuevas tecnologías, pero en muchas ocasiones desarrolladas no suficientemente alineadas con el conocimiento concreto de los retos de cada industria. No podemos hacer negocios del futuro si no se parte del conocimiento profundo de los negocios actuales. Mi recomendación es que todo cambio proyecte modelos nuevos, pero partiendo del conocimiento profundo de los actuales sobre los que se pretende evolucionar.
7.- ¿Cómo puede ayudar la IA para que las empresas sean de alto crecimiento?
Siendo rentables. Quienes desarrollan tecnologías muy punteras corren el riesgo en ocasiones de generar modelos francamente impresionantes en relación con sus capacidades, pero no siempre ajustados a las necesidades de sus clientes. Necesidades reales, concretas y medibles, que en el corto o en el medio plazo supongan un beneficio tangible para las compañías. He conocido tecnologías muy sofisticadas que no han sido capaces de ajustarse a las necesidades concretas de evolución y rentabilidad de sus clientes. Otras menos punteras han sido capaces de encontrar la oportunidad, generando empresas que han crecido hasta convertirse en grandes compañías. Impacto y creación de valor concreto en tu cliente; esa es la forma en la que la IA puede hacer que las empresas de alto crecimiento lleguen lejos.