Repaso la biografía de Elisa Beni, y lo primero que me llama la atención es que con 23 añitos (recién terminada la carrera y las prácticas en Diario 16) se pone al mando de “El Faro”, el diario de Ceuta. Primer rasgo de su personalidad; no se asusta fácilmente. No lo hizo cuando publicó “La soledad del juzgador”, el polémico libro con el que abordó el juicio del 11-M desde una perspectiva única; la que le proporcionaba su condición de Jefa de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y su relación personal con el Presidente de la Sala.
Elisa Beni, periodista especializada en tribunales, ha creado una ficción para contar una parte de la realidad que la mayoría desconocemos; cómo funcionan "las bambalinas del Poder Judicial" (así lo llama), allí en la Plaza de las Salesas de Madrid (donde se encuentran las sedes del CGPJ, del Tribunal Supremo, de la Audiencia Nacional y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid). La protagonista de la novela, Gabriela Aldama, es una Magistrada del Juzgado de Instrucción nº 70 de Madrid. Entra un caso en su Juzgado que la envuelve en una serie de intrigas judiciales que nunca sospecharíamos. A partir de aquí la novela aborda temas tan incómodos como la corrupción (a partes iguales, de políticos, Jueces y periodistas); las distintas modalidades de presión a Jueces; los egos no satisfechos en el mundo de la Judicatura; los celos profesionales; o las tensiones y desconfianza entre periodistas y Administración de Justicia. Esto es "Peaje de Libertad" (Ed. Espasa).
La entrevista no es una entrevista: me interrumpe, la interrumpo, dejamos un tema a medias y sale otro. Es inevitable, cualquier pasaje de la novela lo asocia a sus experiencias personales y profesionales. Habla de lo que conoce; ella ha trabajado entre esas bambalinas del Poder Judicial.
"No describo lo cotidiano de todos los Jueces. Más bien, me acerco a las bambalinas del Poder Judicial, que la mayoría de los Jueces no conocen como funcionan. Es una cruel constatación de cómo funcionan algunas cosas."
"Sin pifias. Policias, Jueces, Secretarios, abogados, estoy segura de que todos se van a sentir identificados con la novela. Ayer cenaba con un grupo de 10 Jueces y les dije os reto a que encontréis cosas inverosímiles jurídicamente o a que me digáis qué cosas no funcionan así. He trabajado 25 años en información judicial, he trabajado en sucesos y he cubierto interior, sé cómo funcionan las cosas. En pocas pifias me van a pillar."
"Yo he sido Dña. Elisa durante 15 años. El lenguaje, las conversaciones y las relaciones que se reflejan en la novela son así. La realidad es así. Ellos hablan de esta manera en sus reuniones. Los usted y los no usted juegan un papel. Hay un momento en la novela en el que el abogado pasa del usted al tú. Gabriela habla de tú a su Secretario pero no al inspector. Es todo deliberado."
"Hoy me parezco más a Gabriela. Ojalá tuviera yo algunas características de Gabriela. Todo autor te dirá que no puede crear a nadie que no tenga relación con uno mismo, ya sea lo contrario de lo que somos, lo que somos o lo que queremos o deseamos ser. A mi me gustaría irme pareciendo a Gabriela cada vez más. Empece la novela en el 2009, y hoy me parezco más a Gabriela que cuando empecé la novela."
"Sigue habiendo un techo de cristal para las mujeres. Una mujer siempre tiene que demostrar más que un hombre. Esto es lo que sucede hoy. En la Judicatura el 54% son mujeres. Mientras yo escribía la novela no había ninguna mujer en el Tribunal Supremo. Nombraron la primera Magistrada cuando la novela estaba en máquinas. Es un desequilibrio evidente. Mira el Supremo, mira el Consejo General del Poder Judicial, mira las presidencias de los Tribunales Superiores de Justicia. Sigue habiendo un techo de cristal para las mujeres."
"Doy fe; el poder en una mujer asusta. En la vida privada de Gabriela se observa la presión social que sigue habiendo sobre las mujeres, incluso sobre las mujeres que tienen dinero y poder. Y también se observa en la vida sexual de Gabriela. No es una novela deliberadamente feminista. No es un tema de la novela. Pero sí, doy fe; el poder en una mujer asusta."
"Los jueces están apartados de la realidad. Unos más que otros, y con algunas honrosas excepciones. Incluso algunos Jueces lo justifican diciendo que eso les permite ser independientes. No estoy de acuerdo, se trata de ser independientes estando en el mundo."
"La profesión de Juez deforma el carácter." Los Jueces tienen mucho poder. Hay quien lo asume y hay quien se pierde. No es verdad que imprima carácter, lo deforma.
"Esto se explica mejor con una novela que con un reportaje. Hacer un reportaje sobre cómo funciona por dentro todo esto puede resultar muy pesado. Sin embargo, a través de una ficción la gente se sumerge, sale con la sensación de conocer cómo funciona y además se ha entretenido."
Sin duda, la novela es oportuna. Hoy la actualidad de tribunales acapara gran parte de los espacios en los medios de comunicación. Sin embargo, el ciudadano, a pesar de sentir curiosidad, no conoce (y claro, tampoco comprende) como funciona la Justicia. Hablamos de la otra Justicia, la de la Plaza de las Salesas.