José Emilio Cutillas-Schamann es el director de la Escuela de Práctica Jurídica de Las Palmas y del Aula de Formación del Iltre. Colegio de Abogados de Las Palmas, y miembro de la Comisión Académica del Master de Acceso al Ejercicio de la Abogacía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria desde septiembre de 2018 hasta la actualidad.
Un CV tan alineado con la formación da muestra de que para un abogado es tan necesario el título universitario como el aprendizaje continuo. ¿Es así?
Efectivamente. Una vez que se obtiene el grado en Derecho y se obtiene el Master de acceso a la Abogacía, empieza a ser fundamental la formación continua, que es la que irá dotando al profesional de la excelencia necesaria en el desempeño de su labor. Desarrollamos una actividad en la que los continuos cambios legislativos y la jurisprudencia de los tribunales nos obligan a estar constantemente informados y a formarnos mientras permanezcamos en activo. Como decía el compositor y pianista Edward B. Britten, “Aprender es como remar contra corriente, en cuanto se deja, se retrocede”. Y esto es lo que sucede con aquel profesional que no se autodisciplina sometiéndose a un constante reciclaje. Alguien me comentó en una ocasión que quien no se preocupa por su formación continua, realmente no ama su profesión. Siempre tenemos algo que aprender, aunque creamos que lo sabemos todo, y la formación continua nos da las herramientas necesarias para prestar y seguir prestando un servicio al cliente, cuando menos, con ciertas garantías para éste.
¿Cuáles son sus inquietudes como director de la Escuela ICALPA?
Los Colegios de Abogados están obligados a ofrecer una formación continuada a sus colegiados/as, y, a su vez, éstos/as están obligados a recibir esta formación para garantizar una óptima defensa de los intereses ajenos que se les encomienda. Desde esta óptica, la formación continua de los profesionales no debe concebirse como eventos formativos espaciados en el tiempo, como algo que llega de forma extraordinaria y sin agobiar a sus destinatarios, sino que la formación colegial debe ser algo dinámico, constante. La formación, y si se me permite la deformación profesional, debe percibirse en un Colegio como una servidumbre continua y aparente. Al poco de tomar posesión como director del Aula de Formación del ICALPA, algunos compañeros/as me comentaban, bromeando cariñosamente, que los tenía agobiados con tanta oferta de cursos, seminarios, conferencias y jornadas. Pero es que la formación debe ser un flujo de constante e incesante actividad y cada cual tiene que seleccionar aquella oferta que le resulta de interés para el área o áreas del Derecho en que ejerce, debiendo planificarse para dedicarle el tiempo que esa actividad formativa requiere. Mi preocupación, en este sentido, es lograr que se llegue a entender la formación en ICALPA como algo que debe discurrir en constante movimiento, sin solución de continuidad. La formación debe ser pura vida colegial. Gratamente observo en las nuevas generaciones de abogados/as, la enorme inquietud que existe por estar continuamente formados ya que se es consciente de que ello redunda en un mayor grado de preparación y en una mayor calidad del servicio que se ofrece, dentro de un ambiente sano de competitividad que siempre resulta necesario en toda profesión para impulso y mejora de la misma. En este sentido, mi preocupación es seguir ofreciendo las herramientas formativas para tratar de dar la máxima excelencia formativa.
Hasta antes de la pandemia no contábamos en ICALPA con una formación continua online propia, por lo que, en pleno confinamiento y en medio de todas las dificultades que ello entrañaba en aquellos angustiosos días, el personal del Aula de Formación y del Departamento de Informática centramos todos nuestros esfuerzos por reinventarnos e implementar en ICALPA la formación online, modalidad esta que hemos venido combinando en muchos casos con la presencia en el salón de actos del ICALPA, adaptándonos a las nuevas circunstancias y respondiendo así a las exigencias tecnológicas que los nuevos tiempos venían demandando. Pasamos así de la formación presencial a la formación virtual propia, y además con posibilidad de combinar ambas modalidades. Desde esta óptica, mi preocupación es ver con cierta añoranza como la formación online parece que se va imponiendo sobre la modalidad presencial, perdiéndose ese contacto directo y más humano que en las relaciones personales representa esta última modalidad sobre aquélla, tanto a nivel de compañeros/as como de ponentes. Lo cierto es que muchos/as compañeros/as agradecen esta nueva formación online propia, dada las facilidades y comodidades que de todo tipo ofrece al profesional. Por último, considero muy importante el contar con buenos docentes en ICALPA que sepan transmitir sus conocimientos y su experiencia profesional a los/as colegiados/as. Se puede ser un excelente profesional, pero ello no le otorga necesariamente capacidad didáctica. Por ello, quienes defienden la forzosa necesidad de contar con docentes que sean del foro o de la plaza colegial ven la formación como si de un club deportivo se tratara en el que se impone la política del fichaje de lo canterano, y no como una auténtica Aula de Formación cuyo objetivo, por encima de todo, es ofrecer la mayor de las calidades y excelencias formativas, con independencia de que el docente sea o no del foro. Si el docente es bueno, hay que ficharlo, sea de aquí o de Pekín.
Thomson Reuters y el Aula de Formación de ICALPA han alcanzado un acuerdo en materia de formación (Mediación Civil-Mercantil). ¿Qué van a poder aprender los colegiados?
Aprenderán a desarrollar las técnicas y habilidades necesarias para desempeñar eficazmente la labor de mediador en la gestión y resolución de conflictos, como una vía previa y/o alternativa a la vía judicial. Comprenderán que siempre es mejor que las propias partes lleguen a una solución, su solución, y no que ésta venga impuesta por un tercero, lo que sin duda facilitará cualquier ejecución del acuerdo en cuestión. Aprenderemos a abordar los conflictos sin esa predisposición “beligerante” a la que estamos acostumbrados cuando soplan vientos de contienda judicial. Pero también aprenderán a familiarizarse con una importante herramienta de formación online.
¿Qué ha supuesto para el Aula de Formación ICALPA alcanzar este acuerdo con Thomson Reuters?
El poder ofrecer a los/as colegiados/as una autentica oportunidad de acceder a la formación de una manera cómoda y en condiciones económicas ventajosas. El profesional del Derecho tiene una agenda muy apretada: entrevistas y reuniones con clientes, comparecencias en notarias, en registros, administraciones de todo tipo, actuaciones judiciales, plazos procesales perentorios que cumplir, etc., por lo que este acuerdo formativo le permite flexibilidad y poder acomodar el Curso según sus obligaciones profesionales. El Curso se acomoda así al tiempo que dispone el profesional para ello, y no es el profesional el que debe acomodarse a los tiempos del Curso.
Como miembro de la Comisión Académica del Master de Acceso al ejercicio de la Abogacía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ¿cómo valora la formación del alumnado, que da el salto del Aula al ejercicio profesional?
El alumnado que supera el Master de la Abogacía tiene muy buena preparación en líneas generales. Los docentes que de los Colegios de Abogados participan en el Master tienen un amplio bagaje profesional, lo que garantiza la transmisión a los alumnos/as no sólo de conocimientos, sino de experiencia. El/La abogado/a que ejerce como profesor/ra en el Master es por auténtica vocación docente, toda vez que económicamente no compensa. El alumno, tras la teoría del grado, quiere saber cómo va a ser el día a día en el ejercicio de la profesión, con qué exactamente se va a enfrentar en la práctica laboral, lo que se consigue, entre otros, con las prácticas en despachos de abogados, practicas externas (Juzgados, Administración), etc. Esta es la esencia y la auténtica razón de todo Master.
Usted ejerce en Cutillas-Schamann y Asociados. ¿Cuál es su campo de actividad del despacho?
Fundamentalmente, el Derecho Civil (contratos, arrendamientos, propiedad horizontal, Derecho sucesorio, etc.), aunque también en el ámbito administrativo algunas materias como, por ejemplo, responsabilidad patrimonial de la administración.
