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15/10/2024. 11:54:44
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Lorena Pastor Benito, presidenta de la Agrupación de la Joven Abogacía de Pamplona

«Un derecho solo es efectivo si existe un profesional que lo defienda»

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La entrevista semanal ha contado con la presencia de Lorena Pastor Benito, la presidenta de la Agrupación de la Joven Abogacía de Pamplona, una entidad que abre sus puertas a los lectores, para abordar cuestiones como el papel que realiza esta institución, cuáles son los servicios que ofrece, su relación con el Muy Ilustre Colegio de Abogados de Pamplona, así como otras cuestiones de actualidad.

Lorena Pastor Benito, (34 años, Autol, La Rioja), es la presidenta de la Agrupación de la Joven Abogacía de Pamplona, una entidad que, como nos explica, tiene como objetivo defender y gestionar los intereses de los jóvenes colegiados y colegiadas, en coordinación con el propio Colegio y otras entidades. Se ofrece a sus miembros, además de la posibilidad de ampliar su formación, un punto de apoyo en el que compartir con otros compañeros las dificultades con las que se encuentran al iniciar su andadura profesional.  La Agrupación tiene, en una ciudad como Pamplona, la vocación de servir de lugar de encuentro para los muchos abogados y abogadas que, como Lorena, comienzan desde muy temprano su andadura profesional como autónomos o asociados en pequeños despachos.

Y es que, como señala, no es igual la      experiencia de un abogado joven, que está comenzando su carrera, que la de otro que lleva ya varios años de experiencia a sus espaldas. Reivindica además la figura del abogado en la sociedad, más allá de la imagen mediática, ya que pueden conocer de primera mano los problemas de la gente, en ocasiones, en casos tan delicados como los asuntos de familia o la violencia de género, dos de sus especialidades.

¿Por qué es necesario que exista una Agrupación de la Joven Abogacía de Pamplona?

Cuando nuestros compañeros y compañeras se colegian por primera vez y comienzan el ejercicio de la profesión, hay una doble vertiente en la que la Agrupación pretende servir de apoyo.  La primera es la relación con el propio Colegio de Abogados de Pamplona, que como entidad de gran arraigo y prestigio cuenta con sus estructuras y servicios para todos los colegiados; así que una primera labor de la Agrupación es servir de conexión y espacio de integración de los nuevos compañeros y compañeras en el Colegio.  Así como, cuando procede, canalizar las demandas específicas que puedan tener nuestros jóvenes agrupados.

La segunda es el ejercicio en sí de la profesión, para lo que la Agrupación tiene como objetivo ofrecer una formación continua que sea complementaria a la que ya de por sí ofrece el Colegio de Abogados de Pamplona, y al mismo tiempo específica para la abogacía joven, centrándonos en las nuevas formas de ejercicio de la profesión y los retos que plantea a nivel jurídico la rápida evolución social y tecnológica que vivimos en nuestros días.

Y finalmente, por qué no decirlo, queremos que la Agrupación sea también un punto de encuentro social y desahogo para los y las jóvenes abogadas de Pamplona, organizando eventos que fomenten las relaciones entre compañeros y en cierta manera, alivien el que puede ser uno de los principales obstáculos con el que nos encontramos aquellas que ejercemos la abogacía como autónomas, que es la “soledad” que a veces vivimos en nuestro despacho y en el trabajo del día a día.

Resulta curioso que dentro de los profesionales de la abogacía haya un grupo diferenciado, ¿esto se hace porque sois más jóvenes y por tanto más inexpertos, o cuál es el criterio?

El criterio de pertenencia a la agrupación es principalmente de edad, menores de 40 años.  Pero también pueden ser miembros aquellos compañeros que aun siendo mayores, tengan menos de 5 años de experiencia en el ejercicio de la profesión.  La existencia de agrupaciones como la nuestra tiene largo recorrido a nivel nacional y responde a la necesidad de que aquellas personas que se inician en el ejercicio de la profesión puedan tener el apoyo que antes comentaba. 

Creo que principalmente es un espacio valioso para todos aquellos que, como en mi caso, no tuvimos un “padrino” o “madrina” en la profesión e iniciamos nuestra andadura trabajando y colaborando con abogados y despachos con experiencia, pero pronto decidimos seguir nuestra carrera en solitario.

¿La Agrupación de la Abogacía Joven de Pamplona pertenece al Muy Ilustre Colegio Ilustre Colegio de Abogados de Pamplona o son  independientes?

Pertenecemos orgánicamente al Colegio de Abogados, si bien es un ente autónomo para desarrollar sus fines y objetivos conforme a nuestros Estatutos.

¿La Agrupación de la Abogacía Joven de Pamplona es para toda la comunidad foral?

La Agrupación, como el Colegio, tiene como ámbito territorial los partidos judiciales de Pamplona y Aoiz.  Y nos encantaría colaborar con el resto de Colegios de Abogados de Navarra (Estella, Tafalla y Tudela).  Entiendo que cuanto más pequeño es un partido judicial más apoyo pueden necesitar aquellos compañeros y compañeras jóvenes que inician su andadura profesional, y creemos que para ellos la Agrupación de Pamplona puede ser una ayuda importante.

¿Hay una asociación nacional de Abogados Jóvenes?

Sí, la Agrupación es miembro de la Confederación Española de Abogacía Joven, en la que nos encontramos integrados como participantes y miembros de pleno derecho. Esta confederación aglutina a gran parte de las Agrupaciones de la abogacía joven a nivel estatal.

¿Cuáles son las principales dificultades que se encuentran los abogados al comienzo de su carrera profesional cuando no tienen experiencia?

La abogacía es una profesión para la cual la preparación universitaria fundamental pero insuficiente, por lo que tanto para jóvenes como para veteranos, el aprendizaje y reciclaje continuo es imprescindible.  Creo que la principal dificultad para nuestros jóvenes agrupados y agrupadas es, cuando no cuentan con una estructura previa de despacho en la que integrarse, el generar una cartera estable de clientes. Otro gran reto que debemos afrontar cuando nos iniciamos en la profesión es superar el miedo que supone acudir a nuestras primeras vistas y el peso de la responsabilidad de gestionar nuestros primeros encargos.

Vivimos con mucha preocupación como jóvenes la proliferación de despachos de abogados “low cost” que hacen una gran inversión en publicidad y ofrecen precios extremadamente bajos. Se trata de empresas que no ofrecen una atención personalizada a los clientes, lo que considero algo primordial en la profesión de abogada, y que bajo el pretexto de precios bajos ofrecen un servicio mínimo y muchas veces poco satisfactorio, en asuntos tan importantes como divorcios, convenios reguladores de hijos menores, etc. Encontramos a muchas personas que se ven en la necesidad de acudir a nuestros despachos para enmendar asuntos que no han sido resueltos debidamente. En estos casos muchas veces la solución requiere mucho más esfuerzo del que hubiera sido necesario si desde un inicio el problema se hubiera abordado correctamente. Incluso hay casos en los que ya es prácticamente imposible una solución satisfactoria.

Una de las principales reivindicaciones de los abogados, es la dignidad profesional. ¿Me podría dar algún detalle de las principales demandas?

Como abogados y abogadas jóvenes, creemos que la visión que se tiene de la abogacía está muy anclada en el pasado (seguramente también en parte es culpa nuestra), y la dignificación de la profesión pasa por una actualización no sólo de cómo nos ve la sociedad, sino también de cómo enfocamos nuestra labor.

Creo que para fomentar esta necesaria dignificación de la profesión, debemos trabajar para que “ir al abogado” no sea un sinónimo de problemas, sino que pueda verse nuestra labor como preventiva de esos dichos problemas.  Muchas veces en el despacho me encuentro con situaciones complicadas que, de haber sido consultadas previamente, o no habrían aparecido, o serían mucho menos graves de lo que acaban siendo.  Si la sociedad nos ve como un lugar al que acudir antes de que ocurran los problemas, creo que conseguiremos tanto una mejora de la visión que se tiene de nosotras, así como una reducción de la litigiosidad.

Soy además una firme defensora de los procedimientos de mediación y conciliación. Creo que la resolución extrajudicial de los conflictos ha de ser uno de los horizontes hacia donde se encamine la abogacía del futuro. En particular, estos métodos pueden ser especialmente valiosos para gestionar asuntos de familia, o todos aquellos que tengan un fuerte componente emocional.

¿Cree que la Justicia es la gran olvidada de los poderes del Estado?

Efectivamente, y desde la joven abogacía, por nuestra propia naturaleza, creo que tenemos que abanderar la reivindicación de mejoras y un mayor apoyo del resto de poderes del estado a este tercer pilar del estado social y democrático de derecho.

Esto, como casi siempre, se traduce en la necesidad de que se dediquen más medios personales y materiales a la Justicia.

En lo que respecta a los abogados y abogadas, tenemos un papel esencial en la garantía y defensa de los derechos de la ciudadanía, ya que como se suele decir “un derecho solo es efectivo, si existe un abogado que lo defienda”.  La mediatización de causas judiciales o la habitual visión crítica con la que se ve el trabajo del abogado son obstáculos para que se nos valore como un pilar esencial de la sociedad.  Creo que una mejora importante sería que en el currículo escolar se incluyeran materias relacionadas con el derecho, que haga que antes de terminar sus estudios, los jóvenes conocieran el papel de la abogacía.

Si se encontrara cara a cara con la ministra de Justicia, ¿qué le diría o le pediría?

Le pediría que se siga trabajando en las muchas mejoras pendientes en materia de Justicia para lograr una modernización de la misma y la reforma de las leyes procesales que facilite también la labor de los abogados y abogadas, sobre todo en materia de conciliación familiar.  La simplificación de algunos procedimientos o la generalización de trámites telemáticos es algo muy necesario sobre todo para nosotras las abogadas.  Admiro muchísimo a mis compañeras que también son madres y compaginan el ejercicio de una profesión tan exigente con los cuidados familiares, y creo que en ese campo hay mucho margen de mejora.

Por poner un ejemplo, de la misma manera que agosto es inhábil a efectos judiciales ahora estamos reivindicando que sea también inhábil el periodo de Navidad. Como cualquier trabajador, necesitamos vacaciones que nos permitan descansar para después prestar un mejor servicio.

También le pediría que se trabaje en la implantación de ayudas específicas en materia de prevención de riesgos laborales en la profesión de la abogacía.  Pareciera que es una profesión exenta de riesgos, y así puede ser en lo puramente físico; pero cada vez nos encontramos con más problemas relacionados con la salud mental de nuestros compañeros y compañeras, y considero que es un campo en el que tiene que haber avances.

Tenemos una profesión en la que muchas veces cargamos en nuestras espaldas con los problemas de los clientes, y necesitamos herramientas para saber sobrellevar situaciones complicadas sin que nos afecte personalmente.

El colapso de los juzgados y la lentitud en la resolución de las causas, ¿cómo les afecta?

Esto tiene una afección fundamental en el trabajo cotidiano que realizamos y en la justa retribución del mismo, ya que en muchas ocasiones los asuntos se prolongan por tiempo indefinido y puede llegar a desesperar a los clientes, y es a nosotras a las que lógicamente nos piden cuentas, lo que nos obliga a una mayor atención y trabajo sobre cada caso.  También supone un retraso el cobro de cada asunto, lo que obliga a asumir más gastos o incrementar las solicitudes de provisiones de fondos, lo cual no siempre es fácil ya que en estos tiempos de crisis, muchas personas no tienen los medios suficientes. 

Debo decir que en el caso de Pamplona, los Juzgados funcionan bien y no dan los retrasos que existen en otros partidos judiciales.

Usted es una abogada especializada en asuntos de familia y penales.  Viendo la televisión cada día, y la cantidad de casos en los que mujeres y niños son las víctimas, ¿cree que ambos están lo suficientemente protegidos? ¿Serían necesarias nuevas leyes? ¿Y más recursos?

Te agradezco la pregunta porque incides en una cuestión muy importante. Por una parte cabe señalar que si  bien considero que la actual legislación existente protege de una forma adecuada a estas víctimas, siempre se pueden realizar ajustes y mejoras a la misma. Lo que realmente es necesario es una mayor aportación de recursos para su desarrollo y ejercicio, en particular en lo que respecta al turno de oficio que es la parte que más nos afecta como abogadas. Son leyes que nacieron con muy buena voluntad pero sin memoria económica o con una dotación presupuestaria insuficiente para su desarrollo. 

Por ejemplo, en estos casos es muy habitual que las víctimas sean asistidas por una abogada del Servicio de Atención a la Mujer a través del turno de oficio.

Además del retraso en los pagos y los pocos ingresos, ¿qué obstáculos hay para los que trabajan en el turno de oficio?

Gracias por incidir en una cuestión importante para el trabajo del día a día del turno.  Además del ya casi eterno problema de las retribuciones insuficientes, otro gran obstáculo es la reducción en los tiempos de intervención en la asistencia en centros de detención y dependencias judiciales.  Teniendo en cuenta además que en Navarra tenemos comisarías en zonas rurales y que nuestro partido judicial abarca una gran superficie, básicamente todo lo que queda al norte, este y oeste de Pamplona, esto obliga a tener que asistir con mucha celeridad y no siempre disponer del tiempo que te gustaría para atender a cada persona.

¿Hay, como en otros sectores, profesionales en paro que se han tenido que reinventar, se han visto afectado por la crisis?

En el ámbito de la abogacía, las principales consecuencias derivadas de la crisis sanitaria han sido las derivadas de la paralización de la actividad judicial durante muchos meses. Esta paralización supuso un cierto colapso al reanudarse la actividad judicial y también un retraso en el cobro de los asuntos que habían quedado en suspenso. 

¿Qué opinión le merece la actuación de los magistrados en los juicios por los casos actuales de corrupción?

Creo que la valoración general sobre la actuación de jueces y magistrados en los casos actuales de la corrupción, y en general en cualquier asunto,  es muy positiva, ya que están actuando en muchos casos bajo gran presión  y con escasos medios en causas  de una enorme complejidad. 

¿Cree que es bueno para un abogado ser mediático y aparecer como una estrella ante los medios de comunicación? 

Sin perjuicio de respetar todas las opiniones, creo que lo principal es ser una abogada profesional, y que trabaje con rigor y respeto a las normas deontológicas para la correcta defensa de los intereses que se nos encomiendan. El aparecer más o menos en los medios no va a implicar que tus resultados sean mejores, y los jueces y juezas son profesionales que raramente se ven afectados por la mediatización de las causas.  Es algo que normalmente sufren más las partes implicadas según los casos.  

La imagen de los abogados no siempre está reconocida como merece, ¿qué diría a los lectores para poner en labor vuestro trabajo?

Te agradezco especialmente la pregunta, les diría a los lectores que siempre tienen que recordar que los  abogados y abogadas somos la pieza clave en la defensa de los derechos fundamentales y que somos en muchos casos la esperanza y soporte para cualquier persona que se encuentra en una situación complicada o de vulnerabilidad.

Personalmente, viendo los pros y los contras, y valorando el momento por el que pasa la abogacía, ¿le recomendaría a alguien que se dedicara a su profesión?

Creo sinceramente que pese a ser una profesión que implica grandes sacrificios, al mismo tiempo te da grandes satisfacciones, y por estas últimas sin duda merece la pena dedicarse a la abogacía.

Las personas que acuden a nuestros despachos tienen problemas que les afectan gravemente a su día día, quizás las cuestiones más importantes de la vida aparte de la salud, son las que intentamos resolver los y las abogadas.  Conseguir una resolución satisfactoria para los clientes es algo que compensa todo lo demás.

Y desde una visión más general, creo que la profesión de la abogacía es fundamental en la sociedad y permite además que quien la ejerce con pasión y profesionalidad desarrolle una buena carrera profesional, por lo que por supuesto recomendaría a cualquier joven interesado en la justicia y la defensa de los derechos, que escoja la abogacía como profesión de futuro.

Es una profesión dura y muy vocacional, creo que para tener éxito y dar un buen servicio a la ciudadanía te tiene que gustar y la has de ejercer con dedicación. Si no vas a hacerlo así, es mejor dedicarse a otra cosa, por tu propio bien y el de tus clientes.

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