Hungría aprobó un decreto que faculta al gobierno para hacerse cargo de la supervisión de empresas energéticas vitales y del operador de la red de gasoductos FGSZ en una emergencia que requiere que garantice el suministro continuo.
El decreto del martes, firmado por el primer ministro Viktor Orban, cubre a empresas clave en las industrias de energía, gas y petróleo, así como a empresas de calefacción urbana y minería, junto con el operador de gasoductos FGSZ y una asociación de almacenamiento de combustible y gas.
Hungría depende aproximadamente en un 85% de las importaciones de gas ruso y en un 65% de las importaciones de petróleo crudo de Rusia.
El ministro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto, dijo a principios de este mes que el director ejecutivo de Gazprom y el viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, le habían asegurado que la compañía cumpliría con las obligaciones con Hungría establecidas en su contrato de suministro de gas a largo plazo.
El lunes, Szijjarto dijo que los almacenamientos de gas de Hungría estaban llenos en más del 39%, lo que equivale a 2.700 millones de metros cúbicos almacenados.
En virtud de un acuerdo con Gazprom firmado el año pasado, Hungría recibe 3.500 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año a través de Bulgaria y Serbia y otros 1 bcm a través de un gasoducto desde Austria. El acuerdo tiene una duración de 15 años.
