Tsipras ve acuerdo sobre deuda Grecia, pero se mantienen diferencias tras reunión

Pero pese a que la Comisión Europea señaló que "se produjeron progresos en el entendimiento de la posición de la otra parte", el Gobierno griego todavía rechaza los recortes de beneficios y alzas de impuestos que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional quieren antes de dar luz verde a nuevos préstamos para que Atenas no caiga en la bancarrota.

Tsipras dijo a periodistas en la madrugada del jueves que lo que está en discusión son "las propuestas griegas" y que las conversaciones tienen que terminar con un "punto de vista realista".

Las grandes potencias de Europa y Estados Unidos están preocupadas por los impredecibles efectos que pueda tener un colapso en las negociaciones mientras las reservas de Grecia se acercan cada vez más a cero. En tanto, los acreedores mostraron un interés en comprometerse, en especial en lo relativo al superávit de Atenas.

Tsipras destacó que Atenas está muy cerca de un acuerdo con los acreedores sobre su superávit presupuestario primario y que su cierre era cuestión de días.

Sobre el pago al FMI, dijo: "No se preocupen por eso" e hizo notar que Grecia ha hecho pagos en el pasado y que seguirá haciéndolos.

El Gobierno griego ha resistido la demanda de los acreedores para que realice más recortes a las pensiones e incremente los impuestos a las ventas para generar un mayor superávit presupuestario que le permita cumplir con sus obligaciones crediticias.

"REALISMO"

Tsipras había hecho un llamado a los acreedores el miércoles para que muestren "realismo", y dijo que deseaba un acuerdo que permita a Grecia escapar de "la asfixia económica" y ponga fin a "escenarios apocalípticos", entre ellos la posibilidad de que su país sea expulsado del bloque europeo.

Funcionarios de la zona euro habían dicho que los acreedores desean que Grecia presente un superávit presupuestario primario de 1 por ciento este año, que deberá subir gradualmente hasta alcanzar el 3,5 por ciento en el 2018. [L1N0YP0S9]

Por su parte, una contraoferta de Grecia a sus acreedores fija un objetivo de superávit presupuestario primario del 0,8 por ciento este año y del 1,5 por ciento el próximo año, dijeron a Reuters dos fuentes conocedoras de la situación.

La propuesta de la zona euro contiene elementos que casi con seguridad serán difíciles de aceptar para Tsipras y su partido izquierdista Syriza, que llegó al poder en enero con la promesa de poner fin a años de austeridad en el país.

Marginada de los mercados de bonos internacionales, Grecia no ha recibido efectivo de sus principales acreedores -el FMI, el Banco Central Europeo (BCE)y las naciones de la zona euro- desde agosto pasado y sus arcas públicas están casi vacías.

Grecia debe desembolsar al FMI un tramo de 300 millones de euros (335 millones de dólares) el 5 de junio, pero el portavoz de los legisladores de Syriza dijo el miércoles que el país incumpliría el pago si no existen prospectos de un acuerdo de asistencia a cambio de reformas con los acreedores.

"Si no hay prospecto de acuerdo para el viernes o el lunes, no sé cuándo exactamente, no podremos pagar", dijo Nikos Filis a la cadena de televisión Mega TV.

Grecia tiene pendientes otros tres pagos al FMI durante junio, entre ellos el previsto para el viernes, que totalizan 1.230 millones de euros.

En tanto, fuentes de la zona euro dijeron que los ministros de Finanzas del bloque postergaron una conferencia telefónica para discutir sobre Grecia hasta el jueves por la tarde.