Se espera que el Tribunal Constitucional de Hungría se pronuncie sobre una moción del gobierno que impugna la supremacía de la ley de la Unión Europea el viernes, dijo el primer ministro Viktor Orban a la radio pública.
El tribunal ha estado considerando una impugnación de la ministra de Justicia de Orban, Judit Varga, a un tribunal de la UE que den cuenta de que Budapest había violado las leyes de la UE diseñadas para proteger a los refugiados al deportarlos a la frontera serbia.
El Tribunal Constitucional de la vecina Polonia provocó una crisis en el bloque de 27 miembros a principios de este año al encontrar que partes de los tratados del bloque eran incompatibles con la constitución polaca.
Varga argumenta que la implementación del fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea daría como resultado que muchos migrantes permanezcan en Hungría de forma permanente.
Orban, uno de los opositores más estridentes de la inmigración masiva a Europa desde Oriente Medio y Asia, celebró un referéndum en 2016 contra un plan de la UE para asentar a los migrantes en los estados miembros, al que los votantes húngaros se opusieron abrumadoramente.
«La pregunta es si esto va en contra de las reglas de Bruselas, y ahora que tenemos una situación en la que las reglas húngaras que se oponen a la inmigración se oponen a las decisiones de los burócratas y tribunales de Bruselas, qué se debe hacer», dijo Orban.
«La interpretación de la Constitución húngara, por ejemplo con respecto a una disputa con Bruselas, debería recaer en el Tribunal Constitucional (húngaro) en última instancia», dijo.
En el poder desde 2010, Orban ha disfrutado del conflicto con las instituciones de la UE, presentándose como un defensor de los intereses nacionales de Hungría.
El hombre de 58 años parece estar listo para enfrentar un fuerte desafío en las elecciones del próximo año, y el conflicto con Bruselas sobre la inmigración podría proporcionarle forraje para hacer campaña sobre un tema que anteriormente lo ha ayudado a apuntalar su apoyo.
Orban dijo que si el tribunal fallaba a favor de su gobierno, presionaría para que la UE reformase sus reglas sobre inmigración.
«La realidad de la inmigración no está en Bruselas, sino en la frontera húngara, la frontera polaca y en los puertos de Italia», dijo Orban. «Necesitamos abordar los problemas que han surgido y cambiar las reglas».
