Si preguntas a cualquier abogado penalista cuál es la parte más difícil de su trabajo, seguramente te dirá que lo más difícil es conseguir el veredicto favorable de un jurado. En este artículo te voy a dar algunos consejos para influir sobre la decisión de un jurado y conseguir así un veredicto más favorable para tu cliente.
El tono voz del abogado
La principal herramienta con la que cuenta un abogado que se enfrenta a un juicio con jurado, además de los argumentos legales, es su voz. Seguro que no te sorprende si te digo que la forma de hablar tiene un gran impacto sobre cómo nos perciben los demás. Manejando el tono de voz, un abogado puede resultar más persuasivo a ojos de un jurado.
Las palabras se dirigen a la parte consciente de nuestra mente, pero el tono de voz le habla directamente al subconsciente. Se ha comprobado que el tono de voz es uno de los aspectos más importantes de la comunicación. El tono de voz es especialmente importante a la hora de determinar la credibilidad de la persona que habla, algo fundamental para un abogado penalista que se enfrenta a un juicio con jurado.
Por ejemplo, se ha comprobado en un estudio de investigación que las personas que hablan en un tono más agudo se perciben como menos creíbles que aquellos otros que hablan en un tono más grave. Y al contrario, hablar en un tono más grave se asocia a una mayor inteligencia y hace que la persona que habla resulte más creíble. También se ha comprobado que aquellos que hablan muy despacio, o que hacen demasiadas pausas al hablar, resultan poco creíbles.
En conclusión, un abogado penalista que se enfrenta a un juicio con jurado debería bajar el tono de voz (hablar lo más grave posible) para resultar así más creíble y ganar el favor de los miembros del jurado. Hay técnicas para bajar el tono de voz al hablar, pero si no quieres dañar las cuerdas vocales, deberías consultar a un especialista, un foniatra.
La credibilidad de los testigos
La credibilidad de los testigos es otro de los factores claves para conseguir un veredicto favorable a tu cliente en un juicio con jurado. Si el testimonio de un testigo de la defensa no resulta creíble a ojos del jurado, la sentencia será desfavorable a tu causa. Aquí tienes unos consejos para que el testimonio de los testigos resulte más creíble y efectivo.
La apariencia del testigo
La forma de vestir del testigo tiene un efecto importante sobre la opinión del jurado. Se ha comprobado que cuando un testigo viste de forma adecuada, se presume que tiene otras buenas cualidades, por ejemplo, que es más creíble, un fenómeno que se conoce en psicología como efecto halo.
Una apariencia profesional, por ejemplo, llevar camisa blanca y corbata, puede hacer que el testimonio de un testigo resulte más creíble a los ojos del jurado y, por consiguiente, que el veredicto sea más favorable para tu cliente.
El contacto visual
El contacto visual con el juez y con los miembros del jurado es un elemento importante para la credibilidad del testimonio de un testigo. Mirar a los ojos del abogado de la parte contraria demuestra que el testigo no tiene miedo y que no se va a dejar intimidar.
Mirar a los ojos del jurado mientras el testigo hace su declaración hace que ésta sea más creíble, lo que puede influir positivamente en el veredicto. Mirar a los ojos del juez cuando hace una pregunta al testigo también hace que la respuesta parezca más sincera y resulte más creíble, lo que puede influir en la severidad de la sentencia.
La manera de responder a las preguntas
El trabajo de un abogado penalista es dirigir con preguntas la declaración de un testigo y objetar a las preguntas de la parte contraria cuando no son pertinentes. Pero hay testigos que se extienden en sus respuestas y terminan hablando más de la cuenta. Otros no responden directamente a lo que se les pregunta, por lo que, al final, su testimonio no resulta creíble.
Las respuestas del testigo a las preguntas de los abogados permite al jurado conocer todos los detalles del caso. La manera de responder a las preguntas juega un papel importante en su credibilidad a ojos del jurado. Responder directamente a las preguntas de su abogado o del abogado de la parte contraria, sin rodeos, es mucho más creíble a ojos del jurado y resulta muy efectivo a la hora de influir sobre su decisión y conseguir un veredicto favorable.
